En la semana que acaba de terminar ocurrieron muchos sucesos importantes, pero como en la prensa escrita el espacio siempre es finito, sólo nos abocaremos a dos.

El primero es la casi increíble noticia de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos decidió retirar los cargos –tres por narcotráfico y uno por lavado de dinero– en los cuales trabajaba desde hace mucho a fin de echarle el guante al general Salvador Cienfuegos Zepeda, quien fue secretario de la Defensa en el reciente sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.

La inusitada reacción de una dependencia que se caracteriza por ser inflexible para cumplir sus objetivos hizo surgir una serie de preguntas y dudas, como por ejemplo: ¿tuvieron miedo los jueces gringos de que Cienfuegos revelara algún pasado acto o declaración que los perjudicara a ellos? ¿Qué secretos o informaciones privilegiadas conoce el general liberado? Y ahora en México, ¿la Fiscalía General de la República lo investigará, según ofreció el canciller Marcelo Ebrard, y con base en que la FGR ya tiene el expediente que integró el Departamento de Justicia gringo? Y por último, ¿será verdad la versión de que en la cúpula de la Secretaría de la Defensa Nacional hay un grupo de generales organizados en una cofradía a la que llaman El Sindicato, y que tuvo el poder para obligar al presidente López Obrador a exigir la liberación de Cienfuegos? Ahí quedan las cuestiones.

El segundo tema, del ámbito local, es el anuncio que hizo el gobernador Mauricio Vila Dosal, junto con inversionistas del sector privado, de que éstos invertirán unos 4,565 mdp para realizar proyectos en materia inmobiliaria y turística en el desarrollo denominado Vía Montejo, que está en la salida a Progreso casi cruce con Anillo Periférico.

Según el mandatario, con esa inversión se crearán poco más de 3,500 empleos, entre directos e indirectos. A esa cifra réstele usted unas decenas, por aquello de que los números oficiales a menudo están inflados, y de todas maneras el monto de capital es muy importante. Por su relevancia, cabe destacar que los proyectos consisten en la construcción de la Torre Dos, un hotel de 4 estrellas, y las nuevas instalaciones del Consulado General de Estados Unidos de América en México.

A diferencia del presidente Andrés López, el gobernador entiende muy bien la importancia de involucrar al sector privado en las inversiones y trabajos que se necesitan para que el estado y el país en general recuperen los niveles económicos que tenían antes de los embates del Covid-19.

La posición de Vila quedó clara cuando en un discurso ante los inversionistas subrayó que “la principal responsabilidad que se tiene, además de cuidar la salud de los yucatecos, es impulsar una reactivación económica donde no sólo se generen inversiones, sino también empleos”.

Ojalá todos entendieran eso, especialmente ya-saben-quién.