Alto costo del abandono del campo

Gínder Peraza Kumán: Alto costo del abandono del campo

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Las primeras dos líneas del título hacen que el lector empiece a esbozar una sonrisa de satisfacción: “Récord mexicano…”. Pero la mueca cambia enseguida de leer la tercera línea: “…en compra de granos”.

La nota, que tiene el aval del prestigioso periódico capitalino Reforma, afirma que aquel sueño que nos describían de alcanzar la autosuficiencia alimentaria se aleja cada vez más de nosotros.

Durante decenios del siglo XX, políticos de toda laya se daban gusto detallándonos lo satisfactoriamente que íbamos a vivir cuando lográsemos esa meta, la de producir toda nuestra alimentación, y hasta nos iba a sobrar para exportar.

Años y gobiernos pasaron y la producción de alimentos en el país no sólo no tuvo la explosión que nos prometían, sino que fuimos importando cada vez más granos básicos, como maíz, trigo, frijol y algunos productos oleaginosos más. Ahora, según cifras y encuestas que expone Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, en el primer trimestre del año las importaciones de esos básicos que hizo nuestro país subieron 51% respecto a similar período de 2020, con la consiguiente salida de divisas, de dinero que pasó por los bolsillos de usted y míos. La cuenta no sólo creció por el mayor volumen de productos que se compró, sino también porque esos artículos se hicieron más caros. Ya sabe usted: a mayor demanda, mayor precio.

“Frente a la mayor demanda interna, es lamentable (nosotros diríamos que es para llorar, o quizá para caerle a golpes a alguien) que no aumente la producción de granos”, comentó Anaya, quien justificó: “Pero es derivado en parte por los problemas que hemos tenido de la sequía, pero (sic) principalmente de políticas de apoyo mal definidas”.

Por si no resulta obvio, hay que consignar que GCMA señala que el problema tiene “taaan” preocupado al gobierno federal, que desde 2019 asignó una “bolsa de casi 27 mil millones de apoyos asistencialistas”, a fin de que los productores puedan beneficiarse de un programa llamado Precios de Garantía (vieja estrategia), que permitiría elevar el precio de sus productos y animarlos así a seguir trabajando la tierra, y no dejar el campo para trasladarse a la ciudad. Pero ¿qué cree? La estrategia no ha funcionado, por lo que el volumen de cosechas mexicanas sigue cayendo y el dinero para comprar comida, el bien más básico e importante, continúa en aumento.

Piensa mal y acertarás: si se destinaron 27 mil mdp para impulsar las cosechas, y éstas brillan por su ausencia, mientras que los campesinos no salen de pobres e ignorantes (perdonen este último adjetivo, pero no encuentro otro más descriptivo), es muy fácil sospechar que quienes manejan la lana son quienes se quedan con la mayor parte de ella.

El espacio es finito y la próxima semana podríamos seguir poniendo puntos sobre las íes en este tema. Gracias por su atención.

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