“La economía de México crecerá, pero eso no mejorará las condiciones de vida de las familias”, Juan Ignacio Gil Antón, presidente del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

–El ahorro que los trabajadores tienen en las Afore mermará de manera importante, pues por necesidad los empleados están sacando parte de esos fondos para sobrevivir.

–La pandemia que afecta a todo el país está acelerando el ascenso de nuevas generaciones sin experiencia que sustituyen a los fundadores de esos negocios.

- Hasta el 30 de abril de este año, las muertes por el Covid-19 han dejado huérfanos a 131,325 menores de 18 años.

Como estas noticias, cada día aparecen otras similares en los medios de comunicación, así que parece que falta mucho todavía para contabilizar todos los efectos negativos que la pandemia le dejará al país.

Aparte de las ideas vagas y propuestas instantáneas que todos los días hace el presidente López Obrador, y su recurrente discurso supuestamente a favor de los pobres y en contra de los ricos, los mexicanos carecen de información oportuna y verificable sobre los dineros que se están gastando en combatir la pandemia, por ejemplo, y tampoco informan directamente de proyectos “faraónicos” como el tren maya, el aeropuerto Felipe Ángeles y la refinería de Dos Bocas.

Insistimos en que la corrupción no se ha acabado, y que la gran mayoría de los funcionarios de los tres niveles de gobierno están dedicados a lo de siempre: encontrar cómo desviar a sus propios bolsillos el dinero que debería servir para mejorar la situación de los millones de pobres en el país.

Por cierto, circulan por Facebook críticas contra la intención anunciada por el presidente López, de ordenar que todas las escuelas del nivel básico vuelvan a sus horarios de antes de la pandemia, lo que evidencia, afirman los lectores, que el gobierno “no está pensando en la salud de los niños”, quienes “no están vacunados”, violando así sus derechos a la salud. Los quejosos agregan que los jueces de lo familiar aprovechan la excusa de la pandemia para negarles a los papás el derecho de reunirse con sus hijos, argumentando la posibilidad de un contagio con el coronavirus.

La 4T se ha convertido en una eficiente forma de controlar –principalmente con dinero– a los 70 u 80 millones de pobres que “viven” en el país, y creemos que nadie sabe ya los montos que se han gastado en esos “apoyos sociales” en los ámbitos de las administraciones públicas federales y estatales.

Insistimos en que el principal problema para este año y el resto del sexenio será la falta de liquidez del gobierno federal, cuyos órganos de recaudación se batirán para tratar de satisfacer las necesidades de su máximo líder, quien difícilmente agradezca de corazón los grandes sacrificios que tendremos que hacer toda la masa de ciudadanos comunes para salir de la barranca con el buey a salvo.