Entre pibes y acechanzas de internet
Gínder Peraza Kumán: Entre pibes y acechanzas de internet
El aire se siente pesado, casi no hay viento y la temperatura está entre azul y buenas noches, mientras algunos de mis paisanos de Dzilam González adelantan lo que se puede para cumplir mañana domingo (para ustedes ayer) con la vieja tradición de cocinar pibes para todos los que se nos han adelantado en el camino de la muerte, y que en estos días regresan, según la tradición, a su tierra, a su casa, para compartir con los suyos esas suculencias en forma de tamal grande y redondo, cocido en hornos eléctricos o de leña bajo tierra, muy sabrosos y a los cuales les tenemos mucho cariño porque nos recuerdan a quienes se nos adelantaron en el camino al más allá.
En la casa de mamá Lulú empieza a hacerse acopio de los ingredientes del platillo principal con que se celebra el Hanal Pixán (se pronuncia janal pishán, lo que en lengua maya significa “Comida de las ánimas”), y en la casa de la tía Julia hay un movimiento similar, que rematará mañana domingo (para ustedes es, de nuevo, ayer) con las familias reunidas en su casa para comer pibes y recordar a nuestros difuntos.
Ahora hablemos de cosas mucho más modernas: Quizás usted ya se enteró de que por estos días la famosa marca de servicios de internet llamada Facebook está cambiando su programa de operación llamado Windows 10 por la siguiente generación, o sea, Windows 11. ¿Que a usted qué le importa si ni siquiera tiene computadora ni sabe manejar una? ¡Error¡ Si eso piensa, es que quiere quedarse a vivir en el pasado, lo que no será fácil porque de aquí en adelante, con cada vez menos excepciones, los trámites oficiales, servicios, ofertas, obligaciones, hechos y un largo etcétera tendrán que realizarse por medio de programas computacionales, y ay de quienes no quieran hacer el esfuerzo para adaptarse, porque les va a costar no sangre, sudor y lágrimas, pero sí dinero, tiempo, esfuerzo y algunos insultos tipo “¡pero que pen… fui!”.
No pasarán muchos años antes de que las empresas de internet que ganan cientos o miles de millones de dólares controlen el mayor monto de efectivo que circule en el mundo, y nadie se salvará de esa maldición excepto quizás algunas personas que vivan como ermitaños en lo profundo de las selvas o montañas.
Para quienes crean que no pasa nada, vean el párrafo con que empieza interesante nota del periódico español ABC en su versión digital:
“¿Qué hacen las redes sociales con mi información? Esta es la pregunta más repetida entre los usuarios de estas plataformas tras hacerse público que Cambridge Analytica, una empresa de análisis de datos online, utilizó los perfiles de 50 millones de personas que usan Facebook para influir en diferentes campañas políticas, entre ellas las elecciones presidenciales de Estados Unidos”.