Se repartieron las fichas
Héctor López Ceballos: Se repartieron las fichas
No sé si Morena o el PAN fueron los ganadores de las elecciones pasadas. Lo que sí sé, es que quien perdió fue la ciudadanía. Salvo contadas excepciones, la mayoría de los que contendieron por algún puesto de elección popular no tienen ni idea de las funciones del cargo que ocuparán. Fuera de los bailes pegajosos y la risa fácil, gran parte de los candidatos no tiene mucho que aportar en propuestas o ideas. Si usted vio alguno de los debates organizado por el IEPAC o por la Sociedad civil, seguramente entenderá lo que digo.
Pero ya que nuestro sistema exige como máximo requisito para ser representante popular haber sacado aunque sea un voto, aunque no se esté preparado para desempeñar cargo alguno, inevitablemente habrían vencedores y vencidos en los comicios del 6 de junio, mismos que pasarán a representarnos en unos meses.
En el caso de las diputaciones federales, hasta el día de hoy parece que es el PAN quien se lleva tres de las cinco que conforman Yucatán. Las otras dos las obtiene Morena. En ese sentido, el partido en el poder retrocede aproximadamente cincuenta escaños a los que actualmente ocupa en la Cámara Baja, de tal manera que le será aún más difícil conseguir los votos necesarios para modificar la Constitución. Algún mensaje le estará enviando la población a Andrés Manuel para haberle entregado esas curules a perfiles del PRI y del PAN, aunque estos perfiles (como usted sabrá), parecen quedar pequeños ante las funciones que deberán desempeñar.
En el ámbito local, los conteos preliminares parecen dar al PRI la mayoría de los municipios yucatecos y al PAN otro tanto. Como es costumbre en nuestra entidad, las alcaldías simplemente suelen cambiar de bando cada determinado tiempo, aunque los grupos políticos son los mismos. Si no me cree, vea quiénes integran las planillas ganadoras y cuál es el historial político de los regidores.
Lo que más sorpresa dio fue sin duda el campo de las diputaciones locales. Históricamente, Yucatán había mantenido una especie de equilibrio en su congreso, teniendo el PRI un dominio holgado de la mayoría. Hoy, el tricolor no ha ganado ni una sola diputación directa, entregando 14 de las 15 al PAN y otorgando una a morena. Mauricio Vila obtiene al fin su anhelada mayoría con la que puede disponer de recursos, préstamos y otras herramientas hasta hoy vedadas o al menos obstaculizadas al gobernador. ¿Qué hará Vila con la mayoría que tendrá en pocos meses? Será interesante verlo, así como será interesante ver si el Congreso mantendrá determinada autonomía u ocurrirá como ocurrió con el Congreso Federal, alineado a los designios del jefe del Ejecutivo.
Pase lo que pase, lo que es indudable es que la ciudadanía eligió contundentemente a sus próximos representantes, cargando con la pesada cruz de tener que elegir (de nuevo, salvo honrosas excepciones) entre “lo menos peor” de la clase política. Con el 63% de la participación ciudadana en el estado, habrá los próximos tres años un 37% del electorado que difícilmente podrá criticar las actuaciones de sus gobernantes. A los demás tendremos que estar atentos y señalar.