El logro de las remesas
Héctor López Ceballos: El logro de las remesas
No en pocas ocasiones hemos escuchado que el Gobierno de México celebra las remesas, dinero enviado por migrantes nacionales a sus familias en nuestro país. En más de una ocasión, ya sea durante sus conferencias matutinas, discursos oficiales e incluso en informes de gobierno, Andrés Manuel López Obrador ha presumido el incremento del recurso proveniente principalmente de nuestro vecino del norte.
Por alguna razón a los oficialistas y a los seguidores de la “4T” es motivo de celebración que las remesas aumenten. Sin embargo, no puedo dejar de pensar en dos cosas cada vez que se festeja como logro gubernamental este fenómeno: primero, que Estados Unidos pasa por una situación económica no tan desfavorable que, cuando menos, permite a los migrantes obtener mayores ganancias para enviar a México. En segundo lugar, es inevitable relacionar este incremento del flujo de dinero con un aparejado incremento en el flujo migratorio de mexicanos hacia el norte. Cada vez son más los compatriotas que, ante la falta de oportunidades en su país, deciden ir a probar mejor suerte a Estados Unidos.
Y es que si las condiciones sociales, económicas, de seguridad y políticas fueran adecuadas o tan siquiera fueran mejores que las actuales, miles de mexicanos no buscarían la forma, legal o ilegal, de traspasar la frontera intentando legítimamente tener una mejor calidad de vida. Es claro que no todo el que migra lo hace por necesidad, pero hay una enorme cifra estadística que demuestra que, en la mayoría de las ocasiones, la necesidad y la falta de oportunidades marcan la pauta del fenómeno migratorio. Si faltasen pruebas, sólo veamos a las decenas de miles de personas migrantes provenientes de Centroamérica y el Caribe, quienes llegan a México, ya sea para quedarse en nuestro país o en el intento por llegar a Estados Unidos. Nosotros replicamos esta reveladora migración más arriba en la frontera, persiguiendo condiciones de vida que no encontramos aquí.
Celebrar las remesas es festejar la incapacidad del Gobierno Federal (y de los gobiernos locales) para asegurar a sus ciudadanos un nivel de vida digno y decoroso. Victoriar el aumento del flujo monetario, proveniente de personas que migraron en su mayoría por falta de oportunidades, es declarar que el Estado no tiene idea de cómo gobernar y mejorar las condiciones, principalmente materiales, de sus gobernados. Las remesas son un logro de los migrantes a pesar de los gobiernos, mas no un logro del Estado Mexicano. La transformación puede que haya llegado al discurso, pero en los números todavía se le espera: tan sólo desde el 2018, según los últimos informes del Coneval, organismo destinado para medir la efectividad de las políticas públicas, la pobreza en México no sólo no ha disminuido, sino que se ha incrementado sustancialmente. Vale la pena decir, antes de que nos escudemos con la pandemia, que si bien la situación global del Covid-19 ha impactado en la economía, esta sólo acentuó una tendencia que ya venía con indicadores desfavorables para el país