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Casi siempre, pensar en los dibujos animados que tuvimos la oportunidad de ver cuando éramos pequeños nos genera recuerdos y momentos bien definidos, de los cuales no queremos desprendernos, por ello, hablar de transformaciones tajantes a un estilo de animación o agregarle nuevas voces o escenarios diferentes al que conocíamos nos pueden resultar un tanto ajenos a la historia de origen, lo cual sucede con “Tom y Jerry”, cinta que recién llega a las carteleras mexicanas.

Así pues, pensar “Tom y Jerry” dibujados y animados en 3D, interactuando con el mundo real (live action), se sale de contexto y evade claramente la idea clásica de quienes, por años, más allá de las edades y el contexto sociocultural en el que se encuentren, apreciaban los cortos clásicos que de este roedor y su contraparte felino nos exhibía la televisión.

Aquellos personajes creados por William Hanna y Joseph Barbera, los magos de la animación, trascendieron generaciones, sin embargo, los pequeños de la casa poco o nada saben de esa caricatura, condición que el director, Tim Story, ha decidido utilizar para posicionar su historia, valiéndose del live action y de personalidades de la talla de Michael Peña, Rob Delaney, Colin Jost y Chloë Grace Moretz.

En este contexto, el filme resulta muy transformado, pues no sólo es la aparición de un mundo ajeno al que nos mostraron HannaBarbera, poniendo en la pantalla al gato y al ratón en la Ciudad de Nueva York.

Otro aspecto que se transforma radicalmente es la música, la cual deja de lado a las grandes obras sinfónicas que vestían con su gran sonoridad las constantes persecuciones entre los personajes, y la “actualiza”, si de esa forma se puede adjetivar a esta inconsistencia.

Evidentemente, el uso de la tecnología ha impulsado nuevas formas de exhibir los dibujos animados -y también de recrearlos- modificando prácticamente todo el contexto que tuvieron en su origen, lo cual puede resultar un arma de dos filos, pues la audiencia original, quienes tuvimos la posibilidad de verlos en televisión, no es más a quien va dirigido el filme, pero las nuevas generaciones no conocen ni la historia ni los personajes.

El filme en términos generales es entretenido, aunque una hora y cuarenta minutos de película puede ser complicado para los niños pequeños, lo cual es un punto en contra.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o sígame en mis redes sociales “Cinematografo04” en Facebook y Spotify, así como “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.

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