|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo ayer en su acostumbrada rueda de prensa mañanera que “lo principal es el derecho a la vida, es el principal derecho humano, nada más”.

Sus palabras son una afirmación de algo que no sólo es verdadero, sino que se encuentra protegido y plasmado en distintos instrumentos legales como la Declaración de Derechos Humanos, el Pacto de San José e implícito en la Constitución mexicana, así como expreso en distintas constituciones locales del país.

Por si fuera poco, también somos muchos los mexicanos dispuestos a luchar por que este derecho no se vulnere con leyes injustas, como recién ha sucedido en Argentina.

En ese país, en contraste con el nuestro, el presidente Alberto Fernández envió la iniciativa para que el aborto se legalizara a las 14 semanas de gestación, cuestión que fue aprobada en la Cámara de Diputados y en el Senado y penosamente celebrada por personas que parecen no advertir el retroceso que para su país marcan dichas reformas.

¿Qué aprobaron? No se trata sólo de lo más evidente y grave como es la muerte del bebé en gestación, también se desprenden otras cuestiones como que están permitiendo que violadores no paguen por el delito que cometieron cuando por dicha violación se dé un embarazo; están favoreciendo la irresponsabilidad en el ejercicio del ayuntamiento sexual, sobre todo de los más jóvenes; están privando a los varones que desean ser padres de tener a sus hijos, como si los bebés fueran tan sólo “propiedad” de la mujer; están restándole valor al principal derecho humano del cual emanan todos los demás; están justificando una conducta por demás cobarde para dizque resolver “problemas”, porque el aborto no es otra cosa que la apología del delito más cruel cometido hacia un ser humano indefenso.

¿Qué demuestran quienes celebran estos actos? Penosamente exhiben una ignorancia tremenda; las mujeres “empoderadas” que gritan con tanta rabia que el aborto será legal porque cada mujer debe decidir sobre su cuerpo, se han tragado un discurso que además resulta una mentira: ¡un bebé en gestación no es su cuerpo!

Es más, estas mujeres no se están dando cuenta que se han convertido en la carne de cañón de las mismas personas de las cuales creen que se defienden; hablan del “heteropratriarcado que las oprime” y parecen desconocer que detrás de la cultura abortista están precisamente hombres con grandes negocios y mentalidad utilitarista que, a cambio de apoyos monetarios para la “causa feminista”, las han convertido en sus voceras y las han convencido de que la vida sexual no tiene que ver con la vida afectiva y se han constituido en seres que pueden usar y tirar, en mujeres que gritan con voz potente y furiosa pero que esconden un espíritu débil y roto.

Terminar con la vida de otro ¿realmente resuelve problemas? Si hablamos con sicarios, quizá responderían que sí, pero en sociedades civilizadas, independientes y progresistas definitivamente no aplica.

La solución a los problemas que tenemos está en la educación de la sexualidad con formación humana basada en ciencia y biología, en fortalecer los servicios de salud, brindar oportunidades a las madres y apoyo para que sociedad civil y Gobierno ofrezcan medios para salvar las dos vidas. No hacerlo marca el retroceso de una sociedad claudicante.

Lo más leído

skeleton





skeleton