Así es estimados lectores de Mi Retiro y Pensión, la UMA ni ganas tiene de irse, ni aun con los famosos amparos y, todavía menos, con las implicaciones económicas que su derogación conllevaría en materia presupuestaria y en materia de seguridad social.

Y es que el daño causado a los pensionados, principalmente a los del Issste, contando de 2016 a la fecha, se puede cuantificar en no menos de $108,896 pesos por jubilado o pensionado con ingreso mensual topado a 10 UMA, considerando para este cálculo del mes de febrero de 2016 a noviembre de 2019.

Si el monto anterior lo multiplicamos por cincuenta mil jubilados que hoy recibieran una pensión pagada en UMA y no en salarios mínimos, el ahorro mensual para el erario federal ascendería a la exorbitante cantidad de 10 mil 896 millones 600 mil pesos; reitero, solo considerando que los jubilados y pensionados fuesen cincuenta mil, pero, en realidad, son más.

A la cantidad anterior habrá que agregarle la diferencia de pensión dejada de pagar por todo el tiempo en que la pensión y/o jubilación continúe siendo pagada con base en la UMA, más el diferencial de pensión no pagada, por la misma causa anterior, a pensionados y jubilados del IMSS, del ISSFAM, por los sistemas de pensiones estatales, municipales, de universidades, Pemex y un sinnúmero de organismos más.

Así que la cantidad mencionada es una gran millonada de pesos que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se ahorra cada mes con el uso de la UMA en pago de pensiones y no en salarios mínimos, cantidad que continuará ascendiendo mientras no se revierta esta práctica.

Pero revertir el uso de la UMA en materia de seguridad social se antoja algo más que difícil pues, en voz del propio presidente de la República, “se está viendo eso… tiene que ver con la disponibilidad de recursos...”.

Asimismo, con un gesto más que inexpresivo, agrega que “los pensionados y jubilados tengan la seguridad de que todo lo que tenga que ver con hacer justicia se va a analizar y que el presupuesto va a tener, antes que ningún otro destino, el propósito de ayudar a la gente, a los más necesitados, pero que… lo estamos analizando… lo estamos viendo”, así fue su respuesta a pregunta que le hace un reportero, en la conferencia mañanera del 4 de noviembre anterior.

Particularmente sentimos que es demasiado claro el mensaje del presidente, y que todo indica que a la situación le están buscando una salida, que no necesariamente implicará dejar de utilizar la UMA.

El importe del daño estimado quizás pueda duplicarse o triplicarse; sin embargo, no queda más que esperar por la solución salomónica.