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Todo hombre de bien, que trabaja, se esfuerza y lucha diaria y arduamente por tener una vida más cómoda, estable y segura para él y su familia poco se preocupa por su futuro y vive pensando que, siempre le irá igual de bien y que la fuerza, la salud y el vigor vital son eternos.

Pero, con el tiempo, llegan los cambios y golpes de la vida y, de repente, la salud se quebranta, la estabilidad económica lograda cambia de la noche a la mañana y, aun cuando siempre hubo los recursos para vivir tranquilo, resulta que ya no estamos preparados para afrontar la adversa situación y todo por no ser previsores.

Lo mismo sucede para cuando la vida se nos va, tan lenta, gradual y progresivamente como la fina arenisca del desierto, que es movida imperceptiblemente por la suave brisa o el viento.

Así, un día despertamos a la gran realidad y nos encontramos que la vida ha pasado y que la edad de nuestro retiro se asoma ya al túnel de nuestra vida y, entonces sí, empezamos a preguntarnos ¿de cuánto será mi futura pensión?, la pensión que recibiré ¿será suficiente para conservar mi nivel de vida actual?, ¿tendré derecho a una pensión si la mayor parte de mi vida trabajé por cuenta propia y no amasé fortuna?

Le cuento que una pensión es algo muy anhelado en la vida de las personas, pero es, a la vez, algo muy mal atendido, de tal suerte que, al llegar la edad del retiro y al recibir del Instituto un documento que dice “Negativa de pensión”, se nos disparan la hipertensión y la glucosa en la sangre.

Una negativa de pensión se entiende que es que un trabajador no podrá disfrutar de una pensión por no haber cumplido con los requisitos establecidos en las leyes de seguridad social.

Miles, quizás millones de trabajadores en este país llegarán a la edad de la vejez sin tener la posibilidad real de poder disfrutar de una pensión, tan solo por el hecho de no reunir los requisitos de ley.

De recibirse una negativa de pensión, además de no poder disfrutar de un ingreso mensual, por mínimo que fuera, con el documento recibido podrán pasar a su afore para que les entreguen los recursos acumulados en su cuenta individual, con excepción de los recursos del SAR 92, y podrán disfrutar de la asistencia médica, solo si acumularon un mínimo de 750 semanas de cotización.

Sin embargo, la negativa de pensión se puede evitar si acumulamos al menos mil doscientas cincuenta semanas de cotización en el IMSS o al menos 25 años de servicio si cotizamos al Issste.

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