Así es estimados amigos, se planteó una iniciativa de ley en la que se propone la desaparición de las afore y que los recursos de los trabajadores, por éstas administrado, pasen a manos de un organismo dependiente del Banco del Bienestar, el que sería, a partir de la entrada en vigencia de las reformas propuestas, quien administre su ahorro para el retiro y el mío.

¿Usted estaría de acuerdo en que desaparecieran las afore y que fuera el gobierno, a través de un organismo público, dependiente del Banco del Bienestar, quien administre ahora su ahorro para el retiro?

Según la propuesta del diputado Santos Díaz, esto debiera ser así para evitar que, en 2024, el sistema de pensiones colapse, para los llamados generación afore; pero, por experiencias pasadas, en las que el Estado ha sido el administrador de múltiples proyectos, los resultados nunca han sido lo satisfactorios que se dice, tampoco han beneficiado a quienes se dice.

¿Qué nos garantiza que el gobierno va a ser un mejor administrador del ahorro para el retiro en vez de las afore?

¿Qué va a suceder cuando el gobierno sea quien decida cuál será el uso y destino del ahorro para el retiro, mientras llega la edad de su pensión?

¿Qué sucederá si a futuro, al momento de usted pensionarse, resulta que no hay dinero para comprar o pagar su pensión?

¿Qué va a suceder con los miles de empleados que genera cada una de las nueve afore privadas?

¿Qué seguridad se tiene de que el personal, ahora empleado por las afore, conservará su empleo?

¿Qué o quién garantiza que habrá un manejo honesto, claro, transparente, ético y moral de los recursos, pues la Consar será, literalmente, un títere del sistema?

De ocurrir lo antes dicho, ¿qué mensaje se estaría enviando a los accionistas de las afore, las que, incluso, tienen grandes inversores extranjeros?

Personalmente considero que desaparecer el sistema de las afore no es la mejor decisión; pero sí creo que deben crearse mejores condiciones para que los trabajadores, al pensionarse, obtengan más que una pensión de un salario mínimo; dicen que “la burra no era arisca”.

Si la propuesta de desaparecer las nueve afores se llevara a cabo, el organismo creado para ello funcionaría conforme a las disposiciones generales que, en materia de operación y funcionamiento de los sistemas de ahorro para el retiro, publica la Consar.

Dicho en otras palabras, el gobierno federal, a través del Banco del Bienestar, lo convertiría en una enorme súper afore, que quizás no tenga la capacidad funcional, operativa ni técnica para administrar bien un recurso que, a nuestro parecer, no debe estar en manos del gobierno.