No hay consulta
El poder de la pluma
A nuestra redacción nos llega una gran cantidad de preguntas, consultas, peticiones de información, comentarios, quejas, etc., relacionados con la prestación de servicios médicos por parte del IMSS.
Por ejemplo, nos preguntan la razón de que, en un gran número de casos, el surtido de medicamentos es incompleto y que te indican que debes ir cada viernes para ver si ya llegó el que te fue prescrito y nada y así durante cuatro semanas, de tal suerte que cuando vas a la consulta del mes siguiente y prescriben el mismo fármaco, entonces sí hay, pero ya no te surten el de la semana anterior.
Nos comentan además que, no obstante lo declarado por el presidente de la república, el faltante de medicinas no se está subrogando y, por consecuencia, si el medicamento urge, termina siendo comprado por el asegurado o sus beneficiarios.
Otro caso que nos llega es el de la atención médica de especialidad, ya que simplemente este tipo de consulta está muy disminuido, debido a que “no hay médico”.
Investigando sobre lo anterior, nos han informado que el Instituto ha retirado personal que se encuentra en condición vulnerable, por razón de su edad (60 años o más), por ser diabéticos, hipertensos, obesos o por adolecer de algún padecimiento que los hace vulnerables ante Covid-19.
Y como es de suponer, la ausencia de médicos en áreas de especialidad no es cubierta con otros y por ello las consultas se prorrogan, por lo menos para dentro de noventa días y “aguántate Juan Pueblo”.
Otra persona nos comenta que tuvo que internar de urgencia a su beneficiario, por vómito abundante de sangre (después se supo que tenía una úlcera gástrica de cuatro centímetros, que, aunque fue muy bien atendido, al tercer día lo dan de alta, sin medicamentos, con la indicación de pasar al área de control, para cita de seguimiento especializado con médico gastroenterólogo. En el área de control de citas le informan que no hay médico de especialidad y que regrese en cuatro meses “para ver si ya hay cita”; como es de esperarse, el paciente tuvo que terminar siendo atendido por médico especialista particular, con la consiguiente erogación económica para la familia.
Y podemos seguir narrando más casos de los que recibimos y siempre vamos a llegar a la misma conclusión: tenemos un sistema de seguridad social sumamente frágil.
Pero, ¿qué sería de México sin el IMSS? Ante la lucha que hoy dan frente a Covid-19, nuestro gran reconocimiento a esos guerreros y guerreras que a diario ofrecen su vida por la nuestra, aun cuando, en la mayoría de las veces, carecen hasta de lo más elemental.