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Recuerdo en una ocasión que me invitó un grupo político a impartir una charla sobre democracia en la Uady. En dicha oportunidad me vestí con un traje azul y corbata roja. Mezcla confusa para un sector social que visualiza la vida, la opinión, las posturas e ideologías en función de colores de la ropa que usa la gente. Si usas colores azules eres panista, si son rojos o verdes entonces eres priista, si usas amarillos eres perredista o morenista si usas rojito y negro, etc.

Mueve a risa considerar que dependiendo del color con que te vistes va a ser tu ideología política; es como sostener: dime de qué color te vistes y te diré quién eres.

A los que no tenemos colores favoritos en política todo este rollo multicolor nos “vale un comino”. Uno se viste como quiere y puede sin vincular colores con ideologías partidistas. Fidel Castro Ruz no cambió en lo más mínimo cuando dejó de usar el mítico traje militar verde olivo. Los colores solo son formas, no fondos, no dicen nada, aunque suelen representar simbologías. Nadie es dueño de ellos. Se ha sostenido que en política la forma es fondo, sin embargo algunos militantes se obsesionan por esto.

Dependiendo de qué partido político ejerza el poder van a ser los colores a imperar durante toda la administración. Ahora Yucatán se pinta de azul. Hasta la pista atlética de tartán del complejo deportivo “Salvador Alvarado” dicen que va a ser pintada de azul. El gobernante en turno cree que de esa manera se relaciona el azul con el partido Acción Nacional y, en consecuencia, es el sello que le da votos para la próxima elección. ¿Cree el ciudadano esto? Para mí es una especie de delirio u obsesión política. El color no hace a la persona. Lo que lo debería definir es su ideología. Por cierto, también en crisis.

Los portales electrónicos de los gobiernos municipal y estatal, las mamparas y toda la propaganda gubernamental en Yucatán se pintaron de azul. Cada vez que el gobierno inagura una obra o realiza un beneficio social salen a relucir los colores azules. Guayaberas con tonos azules reinan por doquier, están de moda. Me pregunto: ¿Cuántas personas que hoy se ponen guayaberas azules conocen de la ideología política de Acción Nacional? ¿Sabrán quiénes fueron Manuel Gómez Morín, Luis H. Álvarez o Abel Vicencio Tovar?

Analógicamente es como pensar que el Cruz Azul jugará diferente porque no use su típico uniforme azul; es creer que los colores ejercen una influencia inconsciente en las personas. Entonces el asunto no es de mercadotecnia política, sino de psicología de los gobernantes.

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