Las escuelas especiales cumplían con la función de ofrecer estudios profesionales a los jóvenes yucatecos de finales del siglo XIX y principios del XX. Además de la Escuela Normal, también fue establecida la Escuela Especial de Medicina, Cirugía y Farmacia y la Escuela Especial de Jurisprudencia y Notariado, teniendo en consideración que Farmacia fue separada por breve tiempo y luego reunificada a Medicina. Esta dinámica institucional establecida por el Gobierno local perduró hasta la fundación de la Universidad Nacional del Sureste.

La Escuela de Jurisprudencia y Notariado, según su Reglamento de 1883, era “un establecimiento público, cuyo objeto principal es proporcionar á la juventud los estudios superiores que se requieren para el ejercicio de aquellas facultades en todos los ramos que les concierne”. Los alumnos de jurisprudencia estudiaban asignaturas como Historia del Derecho romano, español y patrio, Derecho romano, Economía política, Derecho civil, Derecho penal, Derecho internacional y marítimo, entre otros. Por su parte, los de notariado sus estudios se desarrollaban en cuatro años y tenían las asignaturas de Derecho civil, Derecho mercantil, Derecho internacional y marítimo, Procedimientos civiles y Procedimientos criminales.

La Escuela Especial de Medicina y Cirugía, a finales del siglo XIX, era la “única Escuela autorizada para verificar los exámenes de estatuto y á título de suficiencia, los de oposición, los profesionales, y los de incorporación de la facultad ó de alguno de sus ramos”, según se apuntó en su Reglamento de 1892. Por las características de la institución, además de los profesores, se contaba con un Prosector de Anatomía encargado de los instrumentales para la disección de los cadáveres. También se disponía de la figura del Preparador de gabinetes, puesto que debía ocupar un estudiante dedicado a los trabajos prácticos. Un aspecto destacado era la relación que se había establecido entre la Escuela y el Hospital “O´Horán”, pues este último erael lugar para que los estudiantes realizaran sus prácticas.

Finalmente, la enseñanza de la Farmacia quedó establecida por algunos años en una Escuela independiente, sin embargo, la mayor parte del tiempo estuvo incorporada en la Escuela de Medicina y Cirugía. Los estudios de Farmacia tenían una duración de cinco años en la que los estudiantes cursaban materias como Química médica inorgánica y orgánica, Zoología, Botánica, Historia de las drogas minales, Toxicología, Práctica farmacéutica, y otras más. Durante el siglo XIX, se presenció la profesionalización de los farmacéuticos, pues tenían el interés en dejar claro que la elaboración y venta de medicamentos se realizaba acorde a la luz de la ciencia.

Estos son unos someros apuntes sobre la educación preparatoria y superior en Yucatán que han tenido la intención de difundir el conocimiento de estas instituciones. Sin embargo, hacen falta mayores estudios históricos para ir dilucidando el desarrollo de estas instituciones educativas de finales del XIX y principios del XX. Por lo pronto, los interesados en profundizar sobre el tema pueden consultar varios documentos en la Biblioteca virtual de Yucatán de la Secretaría de la Cultura y las Artes.