Escuela nocturna complementaria

José Ramón Pérez Herrera: Escuela nocturna complementaria

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En la “Editorial” del primer número del Boletín de la Universidad Nacional del Sureste se aseguró que la Universidad, “organizada de conformidad con un plan inspirado en los ideales y tendencias de esta época batalladora y reformista, tiene un carácter esencialmente democrático y cumplirá su alta misión educacional como se ejercita una función social; abrió sus puertas para todos y abolió los viejos dogmas escolásticos y los hinchados formulismos clásicos cuya esterilidad ha constatado el tiempo, […]”. Estas líneas sintetizan los altos ideales y la misión educativa con los que nació la Máxima Casa de Estudios de Yucatán. El anaquel histórico de la Universidad nos ofrece varios momentos en los que se ha procurado materializar dichos ideales con los que nació de la mano de Felipe Carrillo Puerto. 

Uno de estos ejemplos es la fundación de la Escuela Nocturna Complementaria en 1927, bajo la rectoría del Dr. Gonzalo Pat y Valle. El Gobernador del Estado, Álvaro Torre Díaz, en su Informe Anual, publicado en el Boletín de enero–julio de 1928, dio cuenta de su funcionamiento como parte de la Universidad Nacional del Sureste en la que aseguraba que su objeto primordial era “la de proporcionar a los jóvenes empleados en oficinas públicas o particulares, en empresas comerciales e industriales, y especialmente a los obreros, oportunidad para ampliar y perfeccionar los conocimientos que hubiesen adquirido en la enseñanza primaria, y para obtener las nociones técnicas más importantes que los hagan aptos para el desempeño y aun el mejoramiento de sus respectivas tareas”. Esta institución asumió una importante empresa para acoger las necesidades de un sector de la sociedad que se veía marginado para continuar con sus estudios. 

En la Escuela Nocturna se establecieron las cátedras fijas de Aritmética, Lengua Castellana, Inglés y Orfeón, además de ofrecer “cursos breves y esencialmente prácticos de otras materias y aun pequeñas industrias que puedan ser útiles al Estado […].” Durante el primer año de funciones de la nueva institución se observó una asistencia de 40 estudiantes en los diversos cursos que se ofrecieron. Para 1928, de acuerdo con el Informe del Gobierno, se triplicó la asistencia de los alumnos a la Nocturna Complementaria. Todos los cursos eran gratuitos y se ofrecieron Aritmética mercantil, Teneduría de libros, Lengua Castellana, Inglés, entre otras. Este crecimiento exponencial llevó al gobernador del estado a declarar que la Escuela Nocturna “pronto llegará a ser una pequeña Universidad popular”. 

La creación de la Escuela Nocturna Complementaria respondió a la necesidad de ofrecer una alternativa educativa a los trabajadores y obreros que requerían capacitarse laboralmente. En los inicios de este siglo, la Universidad ha procurado acercarse a sectores sociales más amplios con una oferta educativa acorde con sus necesidades o características, tal es el caso del Bachillerato en Línea, las carreras en modalidad virtual, como la Licenciatura en Gestión Pública o en Educación, y la Universidad de los Mayores dirigida a la población adulta mayor, las cuales se han establecido con el fin de contribuir a su formación integral o desarrolla humano.

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