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Las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES) conforman el 99% de los negocios en México y se han vuelto el motor de la economía de nuestro país, pero cada vez es más difícil lograr que sean más eficientes en su operación y en su administración.

Hoy tenemos la obligación de ser eficientes y cuidar nuestro patrimonio bajo nuestra propia responsabilidad y experiencia.
Lo primero que tenemos que hacer para alcanzar esas metas es sanear nuestra empresa y procurar no operar con deudas o pasivos en exceso.

Con los cambios bruscos fiscales, más la competencia en aumento, más el cliente exigente, el mercado contraído y la economía frenada, es necesario realizar ajustes en el negocio que nos permitan operar con números positivos, sin depender de capital de terceros.

Por lo que a continuación me permito darte cinco consejos para que mantengas tu empresa sana:

1.- Lleva presupuestos.- Acostúmbrate a manejar presupuestos para poder planear tus gastos con base en tus ventas. Son válidos los imprevistos, pero, cuando planeas, tienes mayor probabilidad de evitar esos gastos no programados. Presupuesta incluso tu sueldo fijo, para que así evites problemas en el flujo de efectivo de tu empresa. Sería conveniente manejar tus gastos personales independientes de los de la empresa.

2.- Pon límites.- No gastes más de lo que entra. Maneja lo que tienes y no lo que pides en préstamos, pues a veces cometemos el error de tomar un crédito por pensar o suponer que algo va a suceder. No hay nada más certero que lo que ya sucedió: tu venta actual.

3.- Enfócate en lo necesario.- No compres ni gastes en algo que no sea necesario, e incluso si no sabes exactamente para qué lo necesitas. Cuidar los gastos y los costos es parte ya de un proceso que debe ser natural en tu empresa.

4.- Cuida las costos.- Recuerda que una venta mal costeada puede comerte la utilidad. No solo hay que vender por vender. Muchas veces cometemos el error de incurrir en ventas mal realizadas solo por cumplir en número las operaciones y descuidamos el aspecto del margen de contribución. Una mala venta es peor que no vender.

5.- Analiza tus créditos.- Tanto los que recibes como los que otorgas. Cuida la rotación de tus cuentas por cobrar y tus cuentas por pagar. No permitas que tus cuentas por pagar sean mayores y que tengan menor rotación que tus cuentas por pagar, pues esto te afectará en el flujo de efectivo.

Comienza realizando un análisis de tu estado financiero para poder empezar a planear tu sistema de administración y que así encuentres la forma más sencilla y rápida de operar sanamente.

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