Al odio... ¡y más allá!
El poder de la pluma
Las crisis, los malos momentos, las malas decisiones, las pérdidas y un sinfín de cosas que pudiéramos mencionar podrían dificultar algunos momentos determinados en nuestra vida y además hacernos pasar un mal rato. Sin embargo, está en nosotros el salir de ellos, pero cada quien lo hará a su manera y a su tiempo, dependiendo de la fortaleza y la decisión de cada uno. Pero lo importante aquí no es la toma de la decisión, sino el punto de detección por nuestra parte de que estamos en problemas o en situaciones difíciles que debemos dejar atrás antes de que se nos compliquen de manera irreversible. La detección se convierte en el punto medular de toda la problemática y debemos resolverla de manera inmediata.
Aquí 5 formas de detectar que odias lo que haces:
1.- Tu apetito.- En algunos casos se sufre pérdida de apetito y en otros la ansiedad hace que comas en mayores cantidades y en numerosas ocasiones. Cualquiera de estas dos en forma desmedida y fuera de lo común sugiere una inconformidad y mal manejo de la presión, lo cual ocasiona una alta tensión.
2.- Tu sueño.- El mayor número de veces pierdes el sueño en su totalidad y, cuando lo logras conciliar, no puedes descansar del todo. Te despiertas a cada rato, tienes pesadillas, tu mente no se apaga con nada y ocasiona todo este comportamiento anormal en nosotros.
3.- Tu estado de ánimo.- Pierdes toda sensibilidad al humor y te encuentras muy irritable. Esto ocasiona altas dosis de fatiga y el cansancio extremo te agobia demasiado. Todo te molesta y te incomoda y te pasas horas buscando una razón específica para esto sin encontrarla. Estás tan fatigado que te cansa incluso el pensar en eso.
4.- Tu salud.- Los síntomas se presentan de diferentes maneras, pero las más frecuentes son una baja en tus defensas ocasionando que te enfermes muy seguido de dolencias relacionadas con virus, y la segunda, se expresa de manera física en dolores musculares en la espalda, hombros, rodillas y cuello, entre otros.
5.- Dolores de cabeza.- Ese estado de inconformidad en el que te encuentras también es reflejado por jaquecas muy seguidas o muy fuertes. Todo esto provocado por la tensión en que vives, ya sea en tu trabajo o en tu vida personal. Normalmente esto es creado por un ambiente insano o una falta de decisión de tu parte.
Te aclaro que no solo puedes odiar tu trabajo en sí, o tu lugar mismo, sino también puedes odiar tu vida personal por no estar en el lugar que quieres o con quien quieres.