Si en algo debemos tener cuidado, pero sobre todo mucha inteligencia, es en la forma en la que invertimos, gastamos o ahorramos nuestro dinero. En ocasiones pagaremos gustos, deseos, necesidades o requerimientos obligatorios, pero siempre debemos hacerlo de manera analizada y pensante. Si hacemos lo contrario y, sobre todo, sin control, podríamos ocasionar un caos en nuestras finanzas y llegar a un punto en el cual no podamos regresar a establecernos, ni siquiera por lo menos a como estábamos antes de caer en desgracia.

Aquí te menciono cinco errores que pueden lograr que pierdas tu patrimonio:

1.- Endeudarte con terceros.- Pedir créditos sin ton ni son es el primer indicio de que falta tu lista de prioridades para saber hasta qué límite sería sano endeudarte con una institución o una persona. En ocasiones los créditos que solicitamos ni siquiera son para invertir en proyectos productivos, o sea, que no generan dinero por sí solos. Cualquier deuda es más cara que tu dinero propio.

2.- Falta de ahorro.- Si no designas un porcentaje o cantidad determinada semanal o mensual para ahorrar, serás cliente frecuente del punto anterior. Sin ahorro no logras crecimiento y solo terminarás financiado por terceros o firmando con tus tarjetas todo lo que tu falta de disciplina de ahorro conlleva.

3.- La imprudencia.- La madre del principio de tu fin. En ocasiones solo queremos justificar nuestra vida desmedida con decir que tenemos que mostrar eso a la gente para probar “lo bien” que nos va y ser aceptados en círculos sociales diferentes o que pudieran proporcionarnos mayor trabajo simplemente por vernos de una manera en la que en realidad no somos.

4.- Falta de análisis.- El no realizar un estudio de qué nos conviene hacer con nuestro patrimonio, por muy pequeño o grande que sea, pudiera impactar en el rendimiento del mismo. Si bien en ocasiones hay que invertir y en otras gastar, es necesario priorizar cuál sería la aportación indispensable que nuestro patrimonio necesita para crecer, no para desaparecer.

5.- Falta de control.- El no llevar controles de gastos o egresos ocasiona que no tengas idea de en qué se está perdiendo tu patrimonio. Aquí cabe un poco de todos los puntos anteriores, pues el exceso de salidas de dinero, sin analizar, sin controlar, siendo imprudentes, hará que nuestro flujo de efectivo se vea afectado y tengamos que empezar a tomar dinero prestado de otros lados.

Cuida tu patrimonio, puesto que nadie lo hará por ti.