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La gente sigue sin entender la importancia de lo que significa tener a nuestros clientes no solo satisfechos sino también enamorados de nuestra marca, ya sea por nuestro producto y/o por nuestro servicio. La razón es lo de menos, lo importante es generar esa fidelidad y lealtad a nosotros y contar con ellos la mayor cantidad de tiempo posible. Sin embargo, pareciera que los propietarios de las empresas en ocasiones no entienden (o no quieren entender) que el cliente es el que nos hace, pero es también el que nos deshace. Una mala atención puede costarnos no solo el cliente mal atendido, sino también decenas de otros que, al escuchar a esta voz molesta, se les quitarán las ganas de realizar cualquier acto de comercio con nosotros.

Aquí cinco formas de lograr un cliente dolido:

1.- Contrata aptitud.- El día que le des preferencia a las aptitudes, antes que a la actitud, tendrás una serie de personas que atiendan a tu consumidor dependiendo de cómo esté su humor ese día. Cuando alguien con facultades tiene un error, difícilmente lo reconoce, pero un cliente que fue amablemente atendido será difícil que haga de un error un problema.

2.- No gastes en capacitación.- Los que creen que la capacitación es un gasto y no una inversión es probable que no destinen parte de sus ingresos a mejorar los conocimientos de las personas, que, al final, servirán en el beneficio de la marca. Este es el rubro más expedito para que el personal no mejore y tengas problemas en la cadena de servicio y atención al cliente.

3.- No resuelvas.- En el momento que tengas alguna situación con un consumidor, deja sin resolver esta situación y siéntate a esperar cómo tu cliente se va de tu empresa con todo el dolor, enojo, ira y demás, comunicándose con cuanto individuo en el planeta conoce para hablar tan mal de ti hasta que tú mismo te enteres.

4.- Nunca te involucres.- No te involucres para nada con tu cliente, ni te intereses por sus gustos, deseos y necesidades. Deja todo al libre albedrío y a tu sentido de percepción en cuanto a la atención y seguimiento de tus clientes. Total tú podrías tener toda la experiencia del mundo y no perder tu tiempo en nimiedades. Si le interesa, que regrese.

5.- Haz lo que tú creas.- Cuando hagas solamente lo que tú crees que es correcto para tu empresa, ahí me sentaré a ver cómo te empiezas a hundir en el fango. Me queda claro que las personas que, teniendo la oportunidad de retroalimentar con su cliente, no lo hacen, están perdidas.

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