Que no te succionen... el espíritu
El poder de la pluma
En definitiva, existen acciones en nuestras vidas que, si no las cuidamos, terminan por comernos por dentro; en pocas palabras, nos succionan el espíritu, nos chupan la sangre, nos desgastan internamente y, si nos descuidamos, pudieran arruinarnos la vida. El desgaste emocional que sufrimos por andar clavados en ciertas conductas y actitudes de las cuales no nos percatamos en ocasiones es infinitamente proporcional a la cantidad de daño que padecemos en muchos aspectos personales, mismos que repercuten en los demás ámbitos de nuestra vida.
Aquí cinco hábitos que te succionan el espíritu de vida:
1.- La desconfianza.- La falta de confianza en general hacia los demás ocasiona que todo el tiempo estemos pensando mal de todas las personas. Sin embargo, este hábito es doblemente maligno, pues no sólo te quita tiempo importante de vida al andar pensado largas horas, sino que la calidad del mismo te la inhibe al decidir no convivir con la gente por esa misma desconfianza. Te espera una vida de soledad.
2.- Aparentar lo que no eres.- Mucho desgasta el pretender aparentar ser una persona que no eres, pero, aún más, que no quieres ser realmente. Esto es lo peor, sólo por querer reconocimiento de algún grupo o sector, por querer compartir con alguien que te interesa pero no te aceptaría como realmente eres. Desgastante hasta el tuétano es fingir que piensas de una forma cuando realmente es de otra. Esto no se puede actuar toda la vida, siempre alguien te desenmascara.
3.- La victimización.- Ser víctima es parte de una estrategia que la gente utiliza para ser compadecida cada vez que se pueda. De lo que no se ha dado cuenta esta gente es de que la victimización funciona sólo un momento y con gente nueva que escuche tu versión por primera vez, porque aquellos que ya te conocen seguramente ya se encuentran lejos de ti. Tus amigos, familiares y conocidos se van perdiendo.
4.- La indecisión.- El no tomar decisiones significa abrir círculos y dejarlos abiertos por mucho tiempo. Cada círculo es un evento o decisión que no se ha tomado y, cuando nos damos cuenta, el tiempo nos tira en la cara una cantidad infinita de círculos (decisiones) que no hemos tomado y se nos empiezan a acumular, y eso agobia a cualquiera.
5.- El caos.- Poniéndole el nombre que más te guste al caos: desorden, desorganización, problemas sin resolver y muchos más, nos daremos cuenta de que el caos sólo viene a terminar la última etapa de nuestras vidas. Si no lo resolvemos aquí, pasamos a mejor vida.