Si a alguien tenemos que agradecerles cosas en nuestra vida, es a los maestros. No me importa si le llamas sensei, mentor, guía, profe o similar, simplemente es alguien que te ha proporcionado herramientas que te han ayudado a aprender más y mejor; de ti depende que las hayas aprovechado al máximo para poder crecer y desarrollarte. Si bien las metodologías de enseñanza se han modificado a través del tiempo, hemos tenido que adaptarnos a ellas para aprender de la mejor manera. Y aunque la misión del maestro es la enseñanza, es nuestra responsabilidad lo que hacemos con todo esto que nos proporciona. Aquí te menciono 5 cosas por las que debemos agradecer a los maestros:

1.- La paciencia.- Controlar de 20 a 50 alumnos en un salón de clases no es una tarea que sea fácil, y mientras más jóvenes sean, mayor grado de dificultad tendrá mantenerlos ocupados y sin que se distraigan. Y eso sin tomar en cuenta algún tema en específico que sea difícil de explicar, y a su vez, entender. Las generaciones cada vez son más intolerantes.

2.- El conocimiento.- Si bien para eso vas a la escuela o tomas clase de algo, el conocimiento que debes adquirir en las aulas o en tus clases particulares, debe sumar a lo que ya sabes. Desgraciadamente solo te das cuenta en un principio por las calificaciones que obtienes, pero ¿qué tal cuando juegas maratón y te das cuenta que sabes más de lo que esperas?

3.- El tiempo.- Independientemente del tiempo que le dediquen en las escuelas, muchos maestros dedican parte de su tiempo personal a explicar ciertos temas que a algún alumno se le dificulta. Ese tiempo demás, el que te dedican para consejos que van dentro o fuera de la situación académica por la que estés pasando.

4.- La vocación.- Sin duda alguna, el enseñar debe ser algo que lleves en la sangre. Así como los verdaderos políticos deben tener una verdadera vocación de servicio, los maestros la deben de tener para enseñar. Y un aplauso de pie para aquellos que realmente la tienen y hacen maravillas con ella.

5.- La educación.- Dicen que la educación empieza en casa, pero debemos recordar que de los 4 años hasta los 18 (en promedio), pasamos una tercera parte del tiempo en la escuela, con maestros, alumnos y gente externa. Así que también la educación que nos proporcionan es altamente gratificante. Y no confundamos educación con conocimiento. El conocimiento es lo que aprendo y la educación es quien soy y cómo me comporto en mi vida personal y profesional.