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Ya estamos en abril, en plena sequía y también frentes fríos, aunque los últimos que han llegado no han aportado nada de lluvia a la zona y esto hace que la sequía sea muy intensa. Estamos arrastrando un déficit de lluvias de casi el 70%, aunque este mes se ha caracterizado por ser a veces muy seco –como en los últimos 20 años- o seco totalmente, con precipitaciones de cero, como ocurrió en los años 2002, 2006, 2009, 2015 y 2016 en las zonas norte y centro del estado o con mediciones por debajo del promedio que es de 19.4 mm de altura de lámina de agua, ocurridas en los años 1998, 2000, 2004, 2007 y 2008.

El predictor de la Administración Nacional Atmosférica y Oceanográfica (NOAA) de los Estados Unidos había pronosticado para marzo que habría precipitaciones por encima del promedio y no ocurrió, ahora ese pronosticador ha indicado que abril será muy caluroso, pero también muy húmedo, con lluvias iguales o por encima del promedio. Vamos a esperar qué va a ocurrir, ya que de no cumplirse este pronóstico estaríamos entrando a una sequía histórica, muy similar a la de 2011, 2012, 1998, 1986 y 1987, las más duras de los últimos años, o quizá a la peor de los tiempos modernos, registrada entre 1971 y 1972.

No sería nada raro que esto ocurriera, ya que al estar la zona bajo los efectos del fenómeno meteorológico de EL NIÑO, que lo que provoca es menos lluvia y humedad, podría haber una sequía récord. Los frentes fríos nos han quedado a deber lluvias, han llegado prácticamente secos y esto no es nada alentador ante la sequía que estamos viviendo, pues la parte más fuerte definitivamente acabará a fines de mayo o principios de junio, que es cuando deben comenzar las lluvias, pero como EL NIÑO estará vigente toda la primavera y parte del verano, según la última versión de las autoridades mundiales de meteorología, lo que va a suceder es que la temporada de lluvias 2019 se retrase y empiece muy irregular.

Es probable que en este mes, con la llegada de alguno de los frentes fríos que faltan por arribar a la zona, se produzcan tormentas severas, que se caracterizan por estar acompañadas de lluvias muy fuertes, vientos con rachas de tormenta tropical e incluso huracanadas, carga eléctrica y a veces granizo. De ocurrir esto hay que tener mucho cuidado, ya que provocarían daños a la infraestructura urbana y pondrían en peligro la vida de los seres humanos y entonces esta tormenta severa sería un fenómeno meteorológico extremo, algo muy de moda últimamente con el calentamiento global.

Deberán caer igual en este mes la segunda lluvia de las ciruelas -la primera que debió ser en marzo no ocurrió-, y la de la Santa Cruz, que suele ser a fines de abril o principios de mayo. También pudiera darse en abril alguna temperatura muy alta, que sería la mayor del año, como ya ha ocurrido en el pasado. A prepararse para el intenso calor que se sentirá.

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