En estas fechas se realiza la Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, llamada también Conferencia de Partes (COP 25), en Madrid, España (debía celebrarse en Santiago, Chile, que renunció a ser la sede a causa de los problemas políticos que afronta dicho país).

Empecemos por recordar qué es COP 25 o Conferencia de las Partes. Es el órgano de decisión supremo de la convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático; se trata de una reunión en la que los jefes de estado y de gobierno o sus ministros se encargan de tomar decisiones para implementar medidas que mitiguen los efectos del cambio climático.

Se reúnen las 197 partes que conforman el tratado y buscan alcanzar acuerdos necesarios para combatir la crisis climática que el mundo ya vive y sufre; además de las partes, en estas conferencias pueden participar, como observadores, representantes de las empresas, organizaciones internacionales, grupos de interés o asociaciones.

¿Cuál es el origen de la Cumbre del Clima? La convención fue adoptada en Nueva York en 1992; sin embargo, no fue sino hasta marzo de 1995 cuando entró en vigor y fue en Berlín, en la primera reunión; además en 1997 los gobiernos acordaron incorporar al tratado el Protocolo de Kioto con el objetivo de reforzar la conciencia ciudadana sobre la crisis climática.

En esta COP 25 de Madrid participan 200 países que tienen representación en el organismo; los temas importantes son los relativos a la crisis climática que ya es una realidad, y tratarán de abordarla desde distintos ángulos para conseguir estabilizar la concentración de gases de efecto de invernadero en la atmósfera; se establecerán plazos para mitigar los efectos del cambio climático y se tratará de resolver el problema de la anterior cumbre realizada en Polonia, antes de que entre en vigor el Acuerdo de París en 2020, cuyo principal objetivo es limitar el aumento de la temperatura del planeta dos grados Celsius hasta el año 2100.

La COP 25 será la última oportunidad para poner en marcha medidas ambiciosas que afronten con determinación los objetivos más urgentes del Acuerdo de París que deberá comenzar a regir a partir de 2020, los cuales son: alcanzar la neutralidad en carbono; implementar soluciones concretas para la descarbonización del sector eléctrico e invertir en el almacenamiento de la energía, gestión de la demanda, carga flexible de vehículos eléctricos o interconexiones; desarrollar energías limpias e infraestructuras resilientes para avanzar en modelos sostenibles de gestión y saneamiento del agua y en soluciones para reducir la huella climática en las grandes urbes; articular modelos de inversión para infraestructuras resilientes en América Latina.

El esfuerzo de todas las partes debe ser mayor que nunca en esta COP 25; el tiempo se le acaba al mundo, no hay vuelta atrás, el cambio climático es una realidad tangible, la hora de poner en acción actitudes y acciones que en verdad ayuden al planeta ya llegó.