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Ya sabemos el comportamiento de febrero cuando nuevamente arrastramos un déficit de lluvia bastante importante en relación con el promedio que es de 34.4 lts/m2 de altura de lámina de agua acumulada y solo hubo 7.6 lts /m2. Hay que recordar que en enero igual estuvo muy por debajo del promedio y a eso se suma el déficit que se arrastra del año pasado y lo que dicen los modelos de predicción que hasta ahora se están cumpliendo. La sequía de este año pinta para ser una de las más duras de los últimos años, recordando que la última fuerte en la zona fue en 2015 y más atrás las de 2012, 2009 y 2000 y todavía más atrás las de 1996 y 1986, que ha sido el último gran evento de sequía de los últimos 35 años, solo comparable con la de 1962.

Durante la sequía de 1962 estaba en boca de todos los habitantes de la ciudad cómo se iban quedando sin agua los pozos, sobre todo que era la única fuente de abastecimiento junto con la de lluvia porque carecíamos en casi toda la ciudad del servicio de agua potable que apenas llegaba entubada al centro de Mérida y que más bien servía para apagar los incendios que pudieran desatarse porque no muchos de los usuarios la pagaban.

Es ya común desde 2015 que cada año los inviernos tengan sabor a verano, pues dominan los días calurosos sobre los días con frío, pero, desde el año pasado, al calor veraniego del invierno se le suma la ausencia de lluvias y los promedios de altura de lámina de agua cayeron muy por debajo de lo habitual por mes.

Como comentábamos arriba de estas líneas, arrastramos un déficit de lluvia acumulada desde 2019; recordamos también la terrible sequía que dominó prácticamente a toda la zona este de la península de Yucatán incluidos todo el estado de Quintana Roo, el este y sureste de Yucatán y este del estado de Campeche y que, aunque en menor grado, llegó al resto de la península.

Este año la sequía empezó desde febrero, es decir se adelantó, así que a estas alturas, cuando ya estamos alcanzando la mitad de marzo, llegamos a lo más fuerte de la seca y lo veremos reflejado esta semana con los incendios que se van a desatar porque la semana que está corriendo se está caracterizando por un ambiente caluroso que a partir de mañana jueves subirá a muy caluroso, lo cual acelerará el inicio de incendios de maleza y monte cercanos a las zonas urbanas; hasta ahora ha habido incendios pero en zonas pobladas y no han sido muy grandes, pero eso cambiará apenas se inicie la segunda quincena de marzo y, lo que es peor, que ha habido muy bruscos cambios de las condiciones del tiempo, pues en muy pocas horas pasa de calor a frío y calor de nuevo, en perjuicio de la salud humana, y también cambios importantes en los niveles del agua subterránea de la zona, lo que se notará sobre todo en abril.

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