Políticas públicas y alimentación en los pueblos originarios de Yucatán
Lázaro Hilario Tuz Chi: Políticas públicas y alimentación en los pueblos originarios de Yucatán
El grave problema de alimentación en México en este 2021, principalmente el que compete a los pueblos originarios y afro-mexicanos, deja entrever la urgente necesidad de establecer políticas de recuperación alimentaria desde los estrados gubernamentales que conlleven a resolver el problema del hambre y de la alta tasa de mortalidad infantil y pobreza extrema de estos importantes estratos de la población.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP) en el 2021 han lanzado la voz de alerta ante el cruel embate del Covid-19 que, aunado a los fenómenos meteorológicos, llámese huracanes, inundaciones y grandes pérdidas en la agricultura, indudablemente contribuyen al deterioro de la alimentación de los más necesitados como son los pueblos originarios. Es latente el peligro que se corre frente a la penosa indiferencia de los sistemas políticos en turno dejando vulnerables y a su suerte a estos estratos de la población, generando con ello recurrentes migraciones y pérdidas de identidad, pero sobre todo, más miseria y marginación.
Para el caso que ocupa al pueblo maya, que define a la sociedad peninsular hablante de la lengua maya yucateca, el tema no pasa desapercibido, es por ese motivo que tal situación se circunscribe en las limitadas políticas públicas locales que contribuyan a diseñar estrategias de rescate alimentario entre los pueblos mayas de hoy. Si bien la pandemia ha venido a generar conflictos alimentarios entre las comunidades con muy alta marginalidad, los procesos de alimentación se han visto diversificados y han correspondido a los modelos globalizantes que a decir de los expertos en alimentación y nutrición, han generado verdaderos problemas de salud pública por el aumento de enfermedades como la diabetes y la obesidad entre adultos y menores, esto, debido al consumo de altos contenidos calóricos.
El consumo recurrente de alimentos bajos en nutrientes (fast food) y el descuido alimenticio están generando verdaderos problemas de salud pública a decir de los estudios que desde la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) y la Universidad de Oriente (UNO) a través de sus cuerpos académicos realizan. La propuesta es regresar al orden intercultural de alimentación del campo y la milpa, ejercicio que llevará todo un proceso de concientización ante el avance indiscriminado de los alimentos chatarra.
Las comunidades mayas de hoy están pasando por un proceso de transición crítica respecto a los hábitos alimenticios, las formas y los actos de la alimentación tradicional están quedando rezagados, lo que genera un desarraigo cultural e identitario entre las nuevas generaciones, el resultado de este proceso es una inminente pérdida de los valores alimenticios y las fuentes de alimentación tradicionales que poco a poco van quedando en el olvido y transformándose en otras formas de consumo. La milpa está quedando en el pasado y con ella también se extingue poco a poco toda una tradición cultural; la de miles de años de conocimiento de la agricultura y la supervivencia alimentaria.