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Existe una tendencia humana que se mueve a partir de la urgencia interna que tenemos para alejarnos de lo que conocemos, de todas aquellas calles y casas que hemos aprendido a nombrar con la vista porque nuestra vida ha transcurrido a través de ellas y podemos tomarlas como nuestras. Por supuesto, y como en todo, muchas veces depende mucho de la persona cómo será esta relación que entablamos con la ciudad.

¿Podríamos hablar de una crisis existencial que impulse a las almas inquietas a irse lejos de todo lo que sus pasos han conocido? Mucho se ha dicho en la literatura y en la historia de la humanidad en cuanto a esa búsqueda interna que la gente toma como móvil para exiliarse. Conocemos la idea romántica: irse, descubrirse en tierras ajenas, conocer lo inimaginable, hacer un hogar lejos de nuestras raíces, y eventualmente regresar. Siempre regresamos.

Esta semana leemos las letras que van en el sentido de lo anteriormente expuesto. “En el exilio”, del autor lituano Czeslaw Milosz, estamos ante un ensayo literario que rompe con la idea romántica de ese “irse lejos para volver” y nos presenta en cambio una manera más humana de ver esta urgencia con aires de búsqueda interna.
Naturalmente, y como se trata de un ensayo, no tenemos una historia concreta. Sino una serie de oraciones que nos disparan prometiendo incomodar los deseos y sueños personales. Nos habla de rutinas, de eso que conocemos y dominamos trayendo como consecuencia una seguridad emocional y mental. ¿Qué es entonces lo que nos aterra de exiliarnos y descubrir lo otro? Quizás sea lo nuevo, el pavor a no pertenecer, el sentirnos pequeños e incapaces en tierras nuevas que no lleven memorias nuestras en sus calles; tenemos terror a sentirnos frágiles porque las ciudades nuevas nos pueden comer.

Milosz dice que los exilios nacen con motivos distintos y que cada quien se exilia como quiere. Hoy, el enajenarse pareciera un ejercicio de supervivencia porque la vida nos traspasa. Entonces el exilio en estos tiempos es interior; alejarse es necesario, regresar es natural.

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