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Otra mala noticia: la organización World Justice Project (WJP), que publica cada año una medición del Estado de Derecho en 128 países, reportó retrocesos en este aspecto en la mayoría de las naciones medidas.
La organización define el Estado de Derecho como “un sistema duradero de leyes, instituciones, normas y compromiso comunitario que ofrece: rendición de cuentas, leyes justas, gobierno abierto y justicia accesible”. Y aclara algo de lo que todos debemos tomar nota: “El Estado de Derecho no es solamente un ámbito de abogados y jueces”.

Esto significa que para que un país cuente con un Estado de Derecho fuerte es necesario el buen desempeño de prácticamente todo el aparato de gobierno y no solo, como suele creerse, de las instituciones de seguridad y justicia, si bien el papel de estas últimas es clave.

Según WJP, que se define como una organización independiente y multidisciplinaria, un Estado de Derecho fuerte influye en la reducción de la corrupción, en el combate a la pobreza, protege a las personas de las injusticias y es la base para alcanzar comunidades que gocen de paz y oportunidades, y fundamento para el desarrollo del capital humano y de un buen gobierno.

Para la medición presentada este 2020, WJP realizó encuestas a 130,000 hogares y 4,000 entrevistas con especialistas de todo el mundo. Desafortunadamente, por tercer año consecutivo, el índice ha disminuido a nivel global, lo que significa, según el organismo, “un continuo debilitamiento del Estado de Derecho alrededor del mundo”.

Lo peor es que este debilitamiento, o en su caso estancamiento, se viene reflejando de manera consistente desde años anteriores por una caída generalizada de la mayor parte de los países medidos, los cuales retrocedieron o se mantuvieron sin cambios en relación con 2019.

Lo que es notorio y muy preocupante es que los factores más afectados fueron los relativos a Derechos Fundamentales, en donde 54 países empeoraron; Límites al Poder Gubernamental con 52 con peores índices que el año anterior y Ausencia de Corrupción en donde 51 naciones retrocedieron.

En contraste con esa triste fotografía, los factores que miden Justicia Civil y cumplimiento regulatorio mostraron avances en las últimas mediciones.

En términos generales, los tres primeros lugares en el Índice de Estado de Derecho 2020 de WJP fueron Dinamarca, Noruega y Finlandia y los últimos tres República Democrática del Congo, Camboya y Venezuela.

Algunas de las novedades fueron que, por primera ocasión, Estados Unidos salió de la lista de los 20 países mejor evaluados y fue sustituido por España. Francia cayó de la posición 17 a la 20, y Singapur intercambió lugares con el Reino Unido, pasando del lugar 13 al 12.

Para México, WJP elabora un índice subnacional que es el único de su tipo a nivel internacional. En éste se miden, acorde con los mismos factores, a los estados. En 2019-2020 los estados con más altos índices fueron Yucatán, Aguascalientes y Zacatecas y los peores Guerrero, Puebla y Quintana Roo. Más estados decayeron y esta caída fue en los factores de orden y seguridad.

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