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Muchos jóvenes yucatecos, en especial de los sectores urbanos, consideran ya obsoleto el uso de usted para tratar a padres, abuelos/as, tíos/as y no lo ven irrespetuoso; por el contrario, el tuteo puede ofrecer un trato más amigable, incluso con otros adultos cercanos; como nos muestran la publicidad, la televisión y otros medios de comunicación masiva.

Con el paso del tiempo la lengua cambia según los usos y costumbres, con las culturas y las generaciones; la educación y posición social y los nuevos valores y expectativas; pero también de acuerdo con la ciudad o población de origen. Por ejemplo, en España tutean en todos los ámbitos y el usted queda reservado a situaciones rigurosamente formales, en tanto que en Colombia tratan de usted hasta al perro.

La proliferación del tuteo entre los jóvenes yucatecos comenzó en las dos últimas décadas del siglo pasado, pues antes los niños eran educados, en el hogar y la escuela, para tratar de usted y decir don o doña a las personas mayores. Ninguna joven mujer casada se sentía agraviada si se le llamaba doña. Hoy se usa seño para la señora o señorita.

En la lengua maya no parece haber ese inconveniente, pues el pronombre teech, de segunda persona de singular, sirve tanto para tú como para usted. ¿Bix a k’aaba’ teech?: ¿Cómo te llamas tú? A veces se antepone nojoch máak (señor), nojoch maam (señora), ko’olel (mujer). También existe el pronombre tsikbe’enil (usted, su señoría, su excelencia) para dirigirse a alguien que se considera superior y merece un respeto o solemnidad mayor que el dado a los iguales: Ba’ax ku ya’alik a tsikbe’enil: ¿Qué dice su excelencia? Aunque está cayendo en desuso.

A propósito, la persona maya, o del medio rural, tutea en menor medida a los desconocidos, a diferencia de la gente adinerada del medio urbano, sobre todo si los considera de menor estatus social: personal de servicio doméstico, mesero, vendedor o empleado, cajera del supermercado, portero.

En Yucatán, es cada vez más frecuente que personas mayores pidan que las tuteen. Claro, esto depende de varios factores: la edad de los interlocutores y la personalidad de cada quien; hay personas mayores que se sienten halagadas si las tutean. Si son dos mayores se tratarán de usted, a menos que la formalidad se rompa. También habrá quien se niegue a tutear a otra persona por sentir que le falta el respeto. Y hay quienes prefieren de entrada tratar de usted a una persona y esperar a ver su reacción.

Lo que no parece haber cambiado mucho en Yucatán es el trato de usted a las personas de mayor jerarquía: autoridad municipal, sacerdote, político, profesionistas (maestro, médico, abogado), y en general a los adultos mayores desconocidos, para lograr una distancia adecuada con el hablante dentro de una escala social dada.

Hoy, los jóvenes, incluso adultos, se enfrentan al dilema: si tutear o tratar de usted a una persona. Entonces se produce el titubeo, la indecisión y las alternancias entre el tú y el usted en conversaciones entre des/conocidos. Y si se duda, es porque no se ha sustituido la función que cumplía el usted con otro mecanismo.

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