Impacto del Covid 19 en la población maya
El poder de la pluma
En la península de Yucatán se comenzó a recibir información oficial sobre la pandemia de Covid-19 a mediados de marzo de 2020. El primer caso en Yucatán fue de una mujer de 51 años que había estado en España; en Campeche fue un hombre de 61 años que había estado en Francia, España e Inglaterra, y el primero en Quintana Roo fue de mujer de Cancún de 71 años que había viajado a España. La entidad con más contagios (33,785) y decesos (3,639) es Yucatán.
Llama la atención que la población originaria maya o autoadscrita como indígena haya sido la más impactada en la península. Oficialmente se han confirmado 3,483 contagios (1,945 hombres y 1,538 mujeres), y 614 decesos (377 hombres y 266 mujeres), es decir con una tasa de letalidad del 17.5% de la población indígena u originaria.
Yucatán aparece en primer lugar con 2,731 contagios y 439 decesos por Covid-19 (el 16.1% del total de la población autoadscrita), Campeche con 221 contagios y 49 decesos (22.2%), y Quintana Roo con 531 contagios y 139 decesos (26.1%). Porcentajes muy por encima de la media nacional de mortalidad estimada en 8.9%. De acuerdo con el número de defunciones en población originaria o autoadscrita, el primer lugar lo ocupa Yucatán con 439; le sigue Oaxaca (310), CdMx (214), Hidalgo (202) y Puebla (202).
Hay que considerar los subregistros y los ocultamientos y/o negación por parte de la población originaria. En este sentido, habría que estimar al menos un 10% adicional a las estadísticas oficiales. Además de los contagiados asintomáticos y los decesos en los domicilios de los contagiados que fueron diagnosticados como neumonías atípicas no relacionadas con Covid, infarto agudo al miocardio u otras patologías. Según el Reporte Epidemiológico Covid-19 de la Secretaría de Salud federal (04/03/2021), entre las principales causas de defunciones confirmadas en población que se considera indígena figura la hipertensión (40.8%), seguida de diabetes (37.2) y obesidad (23.9).
La epidemia de Covid-19 en Yucatán nos ha dejado más preguntas que respuestas, ha puesto de relieve y ha exacerbado las situaciones de los derechos humanos. Muchos pueblos, comunidades y familias mayas yucatecas figuran entre los más pobres, sin incentivos laborales y con tasas elevadas de malnutrición, a los que se suman los efectos de la falta de acceso a servicios adecuados de atención médica; como consecuencia, muchos padecen enfermedades crónicas y sistemas inmunológicos deficientes, afecciones respiratorias, entre otros problemas , que los hacen particularmente vulnerables a la propagación de enfermedades.
Es fundamental documentar, investigar y analizar el impacto de Covid-19 en los pueblos indígenas, y adoptar medidas para sobrevivir a crisis como las epidemias. La ONU recomienda buscar respuestas en los saberes, conocimientos y prácticas indígenas tradicionales para ésta y otras posibles epidemias; preparar respuestas específicas y orientar acciones con la participación, la visión y el enfoque de los mismos pueblos indígenas.