Dos eventos importantes marcan el inicio de este año 2021: retornar a la normalidad y al mismo tiempo construir una sociedad incluyente, justa, respetuosa y defensora de los derechos humanos, ahora que la vacuna contra el Covid-19 permitirá regresar gradualmente a nuestras actividades.

Para conseguir los objetivos mencionados, el pasado 10 de diciembre, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán firmó un Convenio de Colaboración con el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, el Instituto Estatal de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales y el Tribunal Electoral del Estado de Yucatán, organismos autónomos en el estado.

El objetivo de este trabajo conjunto es establecer las bases generales de apoyo y colaboración entre estos organismos para desarrollar acciones de manera unida, en beneficio de la ciudadanía, para diseñar acciones en áreas como la investigación académica, la capacitación, la formación, la difusión y la promoción de la cultura y los valores democráticos, la legalidad, los derechos humanos, la rendición de cuentas, la educación cívica, los derechos político electorales, la participación ciudadana, la transparencia, el acceso a la información y la protección de datos personales, entre otros temas.

La esperanza del retorno a un estado de bienestar depende de nuestra capacidad para crear igualdad de oportunidades para todos, abordar los efectos negativos que ha dejado la pandemia y plantear estrategias basadas en un enfoque de derechos humanos que no permitan dejar a nadie atrás.

Para lograr esa tarea es de vital importancia el ejercicio pleno de la participación ciudadana, por ello, seguiremos impulsando mecanismos que le permitan a la ciudadanía tomar parte y compartir aquello que se realiza desde la función pública, más aún, desde el actuar de los organismos públicos autónomos que signamos el Convenio.

Sin olvidar las precauciones para evitar el contagio por el coronavirus, organismos autónomos, autoridades y sociedad en general tenemos que seguir impulsando una cultura cívica que pondere valores como la verdad, el diálogo y la justicia, los cuales deben ser congruentes en el actuar de las instituciones y quienes las representamos. En ese entendido, nuestro compromiso debe estar fortalecido con esta unión de voluntades y nuestra sociedad como testigo de los compromisos que estamos dispuestos a cumplir.

Ante la responsabilidad que tenemos para elegir a nuevas autoridades, demostremos nuestra decisión de ser mejores ciudadanas y ciudadanos, sin olvidar la aún latente amenaza de la pandemia.