Toda persona tiene derecho a saber la verdad de las cosas, especialmente en lo que concierne a las violaciones a los derechos humanos y las infracciones graves al derecho humanitario, por eso es importante meditar en la importancia del Día Internacional del Derecho a la Verdad en Relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y la Dignidad de las Víctimas, que se conmemora el 24 de marzo.

Con la institución de este día se rinde homenaje a monseñor Óscar Arnulfo Romero, sacerdote católico salvadoreño, quien denunciaba en sus homilías las violaciones a los derechos humanos y su solidaridad a las víctimas de la violencia política en su país. Fue asesinado durante la celebración de la misa en la capilla del hospital Divina Providencia de San Salvador.

La Asamblea General de la ONU proclamó ese día en memoria de monseñor Óscar Arnulfo.

La Comisión de la Verdad para El Salvador, establecida conforme con los acuerdos en México, el 27 de abril de 1991, gobierno El Salvador y Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, para investigar graves hechos de violencia ocurridos desde 1980, año del asesinato de Óscar Arnulfo Romero, documentó hechos del asesinato por los llamados escuadrones de la muerte, que han sido considerados fuerzas progubernamentales.

Monseñor Óscar Arnulfo fue nominado al Premio Nobel de la Paz, año en el que el galardón le fue concedido a la madre Teresa de Calcuta. Luego de todo el proceso católico, el 14 de octubre, 2018, fue canonizado por el Papa Francisco, en la Plaza de San Pedro en Roma.

La oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Acnudh, concluye que el derecho a conocer la verdad acerca de las violaciones manifiestas de los derechos humanos y las infracciones graves de las normas de derechos humanos es un derecho autónomo e inalienable, vinculado a la obligación y el deber del Estado de proteger y garantizar los derechos humanos, realizar investigaciones eficaces y velar para que haya recursos efectivos y se obtenga reparación, de acuerdo con la ONU.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, señaló que, al reconocer el valor de los defensores de derechos humanos en todo el mundo, debemos comprometernos a proteger a quienes buscan la verdad y la justicia y proporcionar a las víctimas recursos eficaces y devolverles su dignidad.

La efeméride mueve a la reflexión respecto al costo que en ocasiones han de pagar, con la vida misma, las y los defensores de los derechos humanos y a no olvidar que todas y todos tenemos derecho a saber la verdad de las cosas, sobre todo en lo que respecta a nuestras prerrogativas fundamentales.