Hoy en día la pérdida de arena en las costas es un asunto que representa un reto para las autoridades, en el caso de Yucatán ya sufrimos el problema de la erosión en varios puntos del litoral y en algunas de estas zonas se puede considerar grave. Existe un fenómeno natural de transporte de arena, conocido como “deriva litoral”, que se traduce básicamente en el transporte de arena desde y hacia distintos puntos de la costa por la corriente del mar. A lo largo de toda la costa yucateca esta deriva registra un movimiento oriente-poniente; es decir, el mar toma arena desde playas ubicadas al oriente y las deposita en las playas del poniente.

Ante el continuo aumento del nivel del mar, hecho que no se tiene en cuenta muchas veces pero que no es para nada menor, la alternativa más razonable (a largo plazo, a mi parecer, basándome en la información técnica), es recomponer las dunas costeras y dejar de construir sobre la línea de costa. Las dunas son importantísimas para la habitabilidad de la zona y preservarlas debe ser del interés común de la población que habita en la costa y vive de los servicios de ésta.

La erosión es un problema muy complejo, que nos afecta a todos al día de hoy y que pone en peligro nuestro potencial turístico y económico, pero se cuenta con información suficiente para hacerle frente de manera correcta. Se destacan como soluciones para la protección costera: la reconstrucción de dunas, espigones, rompeolas, muros pantalla y sistemas de protección de los márgenes. La medida apropiada se seleccionará teniendo en cuenta las características de la región costera estudiada, junto con las soluciones pertinentes. También es importante minimizar los efectos adversos causados por la ejecución de las construcciones costeras, sin que las consecuencias más amplias de la intervención puedan perjudicar los beneficios locales.

La prevención y la mitigación de la erosión costera deben formar parte de una visión a largo plazo, de un enfoque basado en soluciones sostenibles y de estamentos de poder permanentes. Existen algunas “soluciones rápidas” y, por lo tanto, de pocos éxitos en el corto plazo. Es necesario por tal motivo realizar una mayor gestión ante el Congreso que garantice para el mediano y largo plazo la implementación de las políticas que permitan aplicar programas para mitigar y prevenir la erosión costera, garantizando los recursos que se requieran.

La erosión causa problemas para la población y las comunidades locales porque afecta el turismo y la pesca. No obstante lo anterior, hay que recalcar que en las áreas protegidas se han logrado concretar casos exitosos de recuperación de zonas de manglar con la participación activa de las comunidades locales, incluso a través de sistemas de uso sostenible del manglar, ya sea por medio del ecoturismo y/o del aprovechamiento adecuado. Es momento de continuar con acciones concretas que nos lleven a puntualizar proyectos a largo plazo para sobrellevar esta problemática.