Gases de efecto invernadero
El poder de la pluma
Seguramente en alguna ocasión has escuchado sobre los gases de efecto invernadero, sobre los índices de contaminación en varios países y en el caso del nuestro en varios estados donde se habla ya de una contaminación seria. Para poder establecer políticas que ayuden a disminuir las fuentes emitentes es necesario contar con un inventario de gases de efecto invernadero, que es una rendición de cuentas de la cantidad de esas sustancias emitidas hacia la atmósfera o eliminadas durante un período de tiempo específico (por ejemplo, un año).
Un inventario de gases de efecto invernadero también proporciona información sobre las actividades que causan las emisiones y absorciones, así como de antecedentes sobre los métodos utilizados para hacer los cálculos. La política de los encargados de la utilización de gases de efecto invernadero para realizar un seguimiento de las tendencias de las emisiones es desarrollar estrategias y evaluar los avances. Los científicos analizan la utilización de gases de efecto invernadero en la atmósfera como insumos para producir algo positivo.
Es ahora cuando debemos cuestionarnos sobre las conductas que asumimos para evitar que la situación empeore. Las respuestas las encontramos en nuestro diario vivir. Algunos aportes iniciales podrían ser: optar por el transporte masivo, el uso de la bicicleta, caminar cuando las distancias sean no muy largas, etc. Si es muy necesario el vehículo, compártalo con otras personas, sobre todo si es frecuente el traslado a algún sitio al que también van, por ejemplo puede hacer rondas para llevar a los chicos a la escuela. Otro importante aporte para no empeorar la situación es generar menos residuos sólidos y separar los que produzcamos, con esto será menor la cantidad de material que se lleven a relleno sanitario y la economía tendrá la opción del uso de materiales reutilizados, reciclados y compostados.
Del mismo modo, haga uso racional del agua, ya que será menor la cantidad de este líquido que deba ser llevada a procesos de tratamiento que también generan emisiones. El uso de la electricidad debe limitarse en lo posible a lo estrictamente necesario, esto con artefactos eficientes (como focos de bajo consumo) y apagando o utilizando inteligentemente los electrodomésticos; de esta manera será menor el impacto negativo al ambiente por la generación, distribución y uso de esta tipo de energía.
Todo esto no solo significa un aporte a la reducción de emisiones GEI sino también se traduce en beneficios económicos al reducir los consumos que son objeto de facturación. Los compromisos que hoy asume México se apegan a los objetivos, instrucciones y prioridades establecidas en la Ley General de Cambio Climático, así como a los acuerdos tomados en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Es tiempo de reaccionar y accionar en favor del medio ambiente. Si usted, amable lector, desea conocer más sobre este tema le invito a visitar la página http://www.cnog.org.mx/, donde podrá encontrar más al respecto. Nos leemos el próximo domingo.