|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Designar a una organización extranjera como terrorista e incluirla en una lista no es una disposición exclusiva de los Estados Unidos. Varios países acostumbran tener una lista como ésa, lo mismo que la Unión Europea y la ONU. Existe un procedimiento formal que debe seguirse para meter en ella a alguna organización calificada como terrorista. En EU, uno de los principales criterios legales que tienen que cumplirse es que los actos de la presunta “Foreign Terrorist Organization” (FTO) tienen que representar una amenaza para la seguridad de ciudadanos norteamericanos, su seguridad nacional, defensa, relaciones exteriores e intereses económicos.

El objetivo de estas listas es restringir el financiamiento al terrorismo, estigmatizar a estas organizaciones en el contexto internacional, atraer la atención y preocupación de la sociedad hacia este gran problema y disuadir que se realicen donaciones o cualquier transacción económica con ellas. Es ilegal para cualquier persona en los Estados Unidos proveer “soporte material o recursos” a la organización designada, incluyendo servicios financieros, entrenamiento, documentos falsos, equipo de comunicación, armas, sustancias letales y explosivos. Además, cualquier institución financiera norteamericana que reciba fondos en los cuales la FTO o cualquiera de sus agentes tiene intereses está obligada a retener esos fondos y reportarlos a la Oficina de Control de Capital Extranjero del Departamento del Tesoro. Hasta aquí suena bien, ¿no?

Entonces, ¿por qué tanto revuelo con la intención de incluir a los cárteles mexicanos de la droga en esta lista? Concluyo que pesa mucho el desprestigio y la vergüenza pública de poseer en nuestro territorio a una organización listada, algo sin precedente en México y con muy pocos ejemplos en Latinoamérica. Si Estados Unidos empieza a resolver eficazmente la parte que le corresponde, quedaría en evidencia la incapacidad de nuestras autoridades para solucionar lo que les toca, más ahora con esa fracasada política de combatir el crimen con dulces frases casi tomadas de una tarjeta de Betsy Clarck®.

También está el temor de abrir la puerta a una intervención militar de Estados Unidos, pasando por encima de la soberanía nacional. Ese temor es infundado, la Ley AUMF (Authorization for Use of Military Force) autoriza explícitamente al presidente estadounidense para que “use toda la fuerza necesaria y apropiada contra aquellas naciones, organizaciones o personas que él mismo determine que han planeado, autorizado, cometido o ayudado en los ataques terroristas que ocurrieron el 11 de septiembre de 2001”, lo cual no es aplicable al caso de México y de sus narcotraficantes.

El temor se alimentó con el tuit de Trump en el cual ofreció “amablemente” la ayuda militar para borrar del mapa a los narcos, que es diferente a enviar sus tropas. ¿Podría intentarlo? Es una posibilidad que veo lejana, casi igual de lejana veo la factibilidad de inscribir a nuestros narcos en la lista.

Lo más leído

skeleton





skeleton