|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Por Roberto F. Franco                                                                                                                Al anunciarse el Presupuesto de Egresos 2019 se planteó un recorte de un 32.5% para las universidades públicas. Recordemos que las mismas fueron tema la semana pasada por haber quedado en vilo la autonomía de algunas de ellas, haciendo que el presidente López saliera a aclarar (si no es que a rectificar) que esa autonomía no estaba comprometida.

El lunes 17 negó que las universidades tengan un recorte. El martes 18, sin embargo, admitió un “error” en el presupuesto y ofreció enmendarlo.

Las universidades, públicas o autónomas, reciben el ingreso para su funcionamiento del gobierno. Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la mensualidad en la UNAM es de 360 pesos.

El presupuesto universitario por parte del gobierno es para el funcionamiento de la escuela: nómina, instalaciones, infraestructura, investigación y desarrollo, etc.

Esto significa que el recorte, en el porcentaje que sea, golpeará de lleno a las instituciones, las cuales van a tener que ajustarse (entiéndase: menores pagos al maestro contratado por horas, reducción salarial a operativos y administrativos comenzando con el rector, menor capacidad de investigación y desarrollo, incapacidad de renovar equipos, infraestructura, etc.).

El Presidente habla de “hacer más con menos, puesto que se destinarán 10 MMDP adicionales en becas”. Bien por la medida, pero no clara en sí pues no se explica:

La cifra para becas es apenas para 300 mil estudiantes. Gran número, pero apenas un pequeño porcentaje del de estudiantes en todo el país.

No explican de qué escuelas, ni niveles, ni entidades serán estos 300 mil estudiantes.

Las becas son un acierto. Lo anunció en campaña; pero si es restando esa cantidad a las universidades y escuelas entonces el gobierno no está aportando nada al rubro, solo “jinetea” el dinero que otrora manejaba la institución.

El común denominador de este gobierno, al parecer, es ir tomando facultades y con ello presupuesto para mover a total discrecionalidad bajo la poco transparente austeridad republicana.

Para los que saben leer entre líneas, queda cada vez más claro que, contrario a lo que dijo el presidente apenas el viernes pasado, sí está atentando contra la autonomía de las universidades al decidir por ellas cuál estudiante es sujeto de beca sin importar promedio escolar, examen, nivel, etc.

¿Qué sucederá con aquellos para los que no alcance la beca y que sí tengan buenos promedios? Decir “todos” debe ser TODOS.

La excepción nos llevaría al sistema que usaban las universidades para asignar los apoyos. En sí, quedará igual pero con el gobierno controlando el presupuesto. Fin de la autonomía.

Si todo parece indicar que tendremos escuelas mediocres por falta de presupuesto y maestros peor pagados, sumemos la frase del secretario de Educación, Esteban Moctezuma, de que “ahora se vale copiar”.
Tristemente esto es lo que egresaremos ahora. Profesionales mediocres.

Lo más leído

skeleton





skeleton