Los autores malditos de la literatura
El poder de la pluma
Los movimientos sociales y culturales que significaron una ruptura con los paradigmas de su tiempo, como la poesía de Manuel Maples Arce, estuvieron marginados o condenados por los círculos intelectuales establecidos en su momento. Un ejemplo sería el movimiento del 68 condenado por políticos, círculos culturales y medios de comunicación a mediados del siglo pasado, antes de convertirse en un símbolo de lucha contra el autoritarismo y la apertura de la sociedad a otras corrientes de pensamiento.
Uno de los ensayistas que más ha trabajado sobre las biografías literarias e intelectuales de escritores que contravinieron las normas hasta transformar su entorno es Mario Campaña. El autor publicó en 2013 el libro Linaje de Malditos, coeditada entre Conaculta y Random House Mondadori y que forma parte de la colección Debate, para presentarnos la biografía de los escritores que fundieron sus actos vitales a su obra artística, creando un discurso único e indivisible en donde no puedes explicar la existencia de su trabajo literario sin hacer apuntes sobre sus luchas internas, sus tragedias personales o sus escándalos públicos, como en la biografía del cantante norteamericano Jim Morrison, vocalista de The Doors, quien convirtió sus experiencias biografías en música y poesía.
El libro de Mario Campaña tiene como punto de partida la noción del mal en escritores como el Marqués de Sade, William Burroughs, Arthur Rimbaud, Jim Morrison, Charles Baudelaire, Edgar Allan Poe, Antonin Artaud, el Conde Lautréamont y Charles Bukowski. Ellos asumieron que la idea del mal era una forma social de controlar a los individuos, por tanto, deciden rebelarse apostando a una vida contraviniendo las normas morales y sociales para oponerse a la rigidez de un mundo gobernado por reglas obsoletas. Por esa razón sus obras artísticas maximizan la decadencia, la perversión o los excesos para escupirle en la cara al sistema, escandalizarlo y obligarlo a desaparecer esas formas de control social.
En la introducción titulada “La Rebelión del Mal”, Campaña apunta que los autores seleccionados representan una influencia en la construcción de la sensibilidad moderna, además de que sus modos de vida “han servido de modelo ético a las generaciones que pretendieron evitar las fórmulas de sus mayores, aceptadas más con desprecio que con resignación. Son vidas que no pertenecen al pasado sino al presente porque formularon respuestas originales, audaces y contradictorias hasta la retractación”.
Este libro nos deja una enseñanza en su recorrido por la vida de 10 autores que se enfrentaron al terrible dilema de conservar una existencia enredada en emociones como el hastío, el desprecio o la sumisión o arriesgar la vida para salvarla. Estos autores decidieron que la única respuesta era fundar una estirpe de autores malditos que vivieron como dioses hasta que los abrazaron la caída, el desprecio y el abandono de su generación; sin embargo, su legado permanece hasta nuestros días, mientras que la voz de sus detractores se convirtió en polvo con el paso del tiempo.