Una de las tareas más importantes de los administradores financieros se finca en la administración de los activos circulantes, los cuales están representados por las propiedades o derechos que pertenecen a la empresa y que pueden ser convertidos en dinero en un corto plazo.

Dentro de esa categoría se encuentran los inventarios, los cuales se integran por mercancías o materias primas que, mediante la comercialización, deberían ser transformadas en dinero en un lapso muy breve.

Los inventarios son importantísimos porque su existencia promete un ingreso potencial, permite la continuidad de las operaciones e incrementa el valor de la empresa.

Es importante mencionar que poseer inventarios le genera costos a la empresa, como son los de mantenimiento y ordenamiento; los primeros se relacionan con el hecho de conservar la mercancía en condiciones óptimas para su comercialización así como para garantizar el resguardo de las mismas (vigilancia, monitoreo, fumigación, pólizas de seguros, etc.) y los segundos surgen por las operaciones administrativas para su adquisición (cotizaciones, visitas a proveedores, capacitaciones, etc).

Ante esto y con la finalidad de reducir costos, los administradores deben procurar que la cantidad solicitada de inventarios sea la óptima; es decir, ni más ni menos, simplemente la necesaria.

En mi experiencia profesional, he podido observar que es muy común que, debido a precios de oportunidad o a causa de mala planeación, las empresas o negocios adquieran inventarios excesivos, lo cual sin remedio repercutirá financieramente al momento de su pago y de su resguardo.

De igual manera he observado que muchas empresas obtienen inventarios insuficientes, lo que atenta contra la producción en línea, genera desabasto y por ende la pérdida de clientes. Situación que en mi opinión es peor que el inventario excesivo.

¿Pero cómo saber cuánto inventario poseer? Determinar la cantidad óptima del inventario es uno de los grandes retos de la administración actual. Esta cantidad se puede determinar manteniendo estrecha comunicación con los departamentos de producción, almacén, ventas y tesorería para poder realizar toda una planeación estratégica en favor de la empresa.

Otro factor importante que el administrador debe considerar al momento de adquirir inventario es considerar los ciclos estacionales del año; es decir, que se debe tener conocimiento pleno de las temporadas de ventas altas, promedio y bajas de la empresa; pues sin ninguna duda el seguimiento de la conducta del mercado es una de las claves para maximizar utilidades.

Debido a lo ya expuesto, es adecuado programar reuniones mensuales para tratar temas relacionados con la administración de los inventarios, ya que, dentro de una lógica financiera, es importante suponer que un inventario en cantidades óptimas y con ágil desplazamiento repercutirá de manera positiva y directa en la rentabilidad de la empresa.- Continuará.