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Hay solo dos formas de entender este concepto: una es aquella por medio de la cual es posible aceptar la presencia de alguna cosa sin que pueda verse y la otra es saber que existe una cosa y que no se tenga voluntad aceptar que existe, aun sabiendo que existe.

No hablaremos de la física, de la química, mucho menos nos adentraremos en la retórica de las ciencias, nos enfocaremos de nueva cuenta en los sucesos sociales.
Es así como, en el marco del comportamiento social, recorreremos el camino por el cual a diestra y siniestra encontraremos algunos de los resultados del comportamiento de las personas.

Es allí donde localizamos dentro del conglomerado social cosas de tal tamaño que resulta hasta ilógico no percibirlas, ahí está por ejemplo la enorme lista de derechos de los grupos vulnerables, aquellos que por alguna condición de diversa índole se encuentran impedidos para acceder a lo que la máxima norma del Estado mexicano dispone dentro de sus artículos del primero al veintinueve.

Efectivamente, estamos hablando de los derechos humanos y fundamentales, aquellos que para no distraernos debemos disfrutar por el simple hecho de ser humanos, como la vida, la libertad, la salud, vivienda y otros más que el propio artículo primero constitucional señala como los que enaltecen la dignidad de las personas.

Por ello el enfoque de este trabajo es hablar acerca de cosas invisibles que ocurren y que se relacionan de manera directa con estos derechos; es así como podemos encontrar un desfase entre aquellos que los disfrutan plenamente y los que aún no.

Una de las cosas que suceden y que hoy se encuentran en boga en el ámbito jurídico es la igualdad entre el hombre y la mujer, situación que se ha venido convirtiendo en el tema y lema predilecto de los espacios de comunicación directa e indirecta.

Cierto es que los esfuerzos legislativos con efectos jurídicos están logrando su cometido; sin embargo, lejos aún está la posibilidad de que esa igualdad logre su cometido, esto no se debe al derecho, sino a razones de diversa índole lejanas al ámbito jurídico, por ejemplo el paradigma cultural relacionado con el malentendido que el poder fue heredado en exclusiva al género masculino.

Ese suceso social ejemplifica otras situaciones que de hecho existen y que por supuesto aún no hay voluntad para aceptar su presencia.

En concreto, existe una serie de hechos que por razones ajenas al derecho han quedado rezagados en el ejercicio real que todo ser humano debe disfrutar, es así como la voluntad de las personas no solamente ha negado su existencia, también contribuye con su voluntad al fortalecimiento de su invisibilidad.

La reflexión: ¿Nos encontramos en condiciones de aceptar la existencia de ciertos hechos para atenderlos o los dejamos en su condición invisible hasta que no tengan solución?

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