|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Lo quería guardar por algunos días, pero me pican los dedos. Mi casa editorial me ha comunicado que mi novela Gudelia Flor, el sueño de la muerte se encuentra lista para su lanzamiento al mercado de lectores. Esta novela, sin haber salido a la luz pública, ya recibió un reconocimiento y correspondió al premio especial de novela en la versión 2016 del Festival Internacional de la Cultura Maya. Por diferentes circunstancias la publicación de la obra había sido aplazada, pero al fin ya se encuentra completa para su distribución.

Esta es una novela negra, que penetra en las profundas tramas del alma humana que detonan la violencia. Esa violencia que por su cotidianidad deja de ser noticia pero cuya persistencia obliga a encontrar las raíces ontológicas que alimentan su presencia.

Los protagonistas de Gudelia Flor, el sueño de la muerte giran alrededor de tragedias y abusos cometidos por los agentes de poderes políticos o religiosos incubadores de la violencia social que responde a la opresión, la marginación y la discriminación ejercida sobre la población vulnerada en sus derechos humanos. Celestino Kantún, el brazo ejecutor del poder económico y político, se convierte en el operador del orden y preservador del clima que permite la defenestración de los recursos naturales que son propiedad comunal del grupo indígena predominante en la región.

El amor incomprendido y falaz tiene cabida en ese mundo de rebeliones escondidas, el amor sin medida también tiene sus pudores, diría Celestino en el momento de ejecutar el primer feminicidio en la población de Valladares. El asesinato de Laya, la mujer que fenece en busca del amor colectivo, es el intersticio donde confluyen los sucesos en donde Cesáreo Yanes construiría su emporio económico que lo lleva al poder político.

En el polo opuesto a las ambiciones del hombre fuerte soportado por la violencia ejercida contra todo el opositor a sus deseos se encuentra un clérigo liberal, relector de los dogmas religiosos, que encuentra en la libertad del pensamiento nuevas visiones de liberación para los oprimidos. Esa semilla de revertir el individualismo fatal y falaz da resultados contundentes en el reconocimiento de que la paz solo se construye con la participación de los vulnerados en sus derechos fundamentales.

Esta novela también es una denuncia de los truculentos caminos recorridos por el capitalismo atroz que encuentra en la propiedad comunal de los indígenas nacionales una riqueza potencial para acrecentar fortunas. Para este capitalismo nefando y nefasto resulta incomprensible cómo los hombres poseedores de estos tesoros cargan en sus espaldas las necesidades apremiantes para una vida digna cuando poseen territorios en donde la riqueza forestal y faunística, además de otros recursos naturales, aliviaría el dolor de su pobreza.

En lo particular esta novela me tiene complacida, pero la mejor opinión me la dará usted, caro lector.

Lo más leído

skeleton





skeleton