De acuerdo con el reporte “Panorama de la Sociedad 2016” de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2015, el 15 por ciento de la población joven de los países que integran este organismo, es decir, 40 millones de personas, no trabajaba ni estudiaba ni estaba en formación, lo que ahora comúnmente conocemos como NiNis.

Además, más de dos tercios de ellos no buscaban empleo activamente y dejaban de generar riqueza calculada en un ingreso bruto de entre 360 mil y 605 mil millones de dólares.

Más allá de esta visión económica, las altas tasas de NiNis pueden tener graves efectos a largo plazo en la salud, la fertilidad y la delincuencia, apunta el reporte.

Sin embargo, el peor efecto, y que guarda estrecha relación con la prevención del delito en jóvenes, es que esta situación pone en peligro la cohesión social.

La OCDE señala que por ello es urgente apoyar a los nuevas generaciones en su transición hacia un mayor nivel educativo o hacia el empleo y yo diría que hacía el emprendedurismo, como ahora se llama a la acción de emprender proyectos, negocios o servicios profesionales por cuenta propia.
Frente a esta situación los jóvenes se vuelven una población altamente vulnerable ante las posibilidades de involucrarse en actividades ilícitas y cometer delitos.

El reporte señala que los jóvenes que sólo cuentan con educación secundaria básica representan más de 30 por ciento de los NiNis y tienen tres veces más probabilidades de ser NiNis que los que han obtenido un título universitario.

En general, se ha visto que ofrecer una educación alternativa de alta calidad es muy relevante para que los jóvenes no abandonen sus estudios y se reduzcan las probabilidades de integrarse a la población NiNi. El reporte apunta que los jóvenes con escasas competencias en lectura y matemáticas tienen más probabilidades de ser NiNis.

Este panorama muestra qué tan relacionados están factores que a primera vista no creemos que influyan en las tasas de delincuencia juvenil, como son las políticas públicas para mejorar la educación y el apoyo a los jóvenes para que nuestro país reduzca esta población y pueda también reducir los delitos juveniles.