Lágrimas de tinta
Adriana Marín Martín: Lágrimas de tinta.
¿Cuántas lágrimas le caben a esta tristeza?
¿Y cuánta tristeza le cabe a este corazón?
¿Y cuánto corazón le queda a este cuerpo,
para creer que vale la pena
seguir existiendo?
Michelle Rangel
Hoy voy a platicarles sobre una joven que quería morir, una persona que se quiso matar, Michelle intentó suicidarse. Se trata de alguien que pudo haber abandonado este mundo, una mujer que, por cuestión de segundos y por gracia divina, hoy sigue viva, pero no sólo sobrevivió, ella aprendió a vivir de verdad.
Me duele pensar o imaginar cuánta angustia hay en quien quiere dejar de existir, me preocupa saber que, sin estar enterados, convivimos en algún momento con personas que están considerando acabar consigo mismos.
Según la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, cerca de un millón de personas se suicidan al año en el mundo, esa cifra es equivalente a una persona por cada 40 segundos. También se estima que por cada una de esas muertes hay 20 intentos frustrados. Este es un problema que nos debe ocupar, algo tenemos qué hacer.
Conocí a Michelle Rangel hace unos días, y tuve la inmensa fortuna de platicar con ella, es joven, bonita, inspiradora, tiene una cuenta en TikTok en la que 2 millones de personas la siguen. Me resulta increíble que alguien con ese perfil haya considerado dejar de existir, pero así fue.
Luego de su último intento de suicidio (no fue el único), Michelle estuvo internada en un hospital psiquiátrico, ella no lo sabía, pero ese momento fue el inicio de su nueva historia. La escritura se convirtió en su principal terapia, por lo que comenzó a estampar todas sus emociones, pensamientos y sentimientos en un diario. En nuestra plática ella aseguró que escribir le ha ayudado a entender qué es lo que sucede en su interior, hasta quitarlo de su pecho, para dejarlo en una hoja de papel. Escribir fue para ella su forma de respirar.
Hoy ha pasado un año de aquel amargo acontecimiento en su vida, con el apoyo de su familia y seres queridos, pero, sobre todo, con mucha fuerza de voluntad, Michelle ha logrado salir adelante, y el cuaderno en el que escribió sus memorias, incluyendo los más tristes detalles de los que hemos platicado, es actualmente un libro, un ejemplar en el que comparte de un modo sincero y auténtico toda su travesía. Una obra en la que convirtió sus lágrimas en tinta.
“Querido Diario”, es ese compañero en el que esta joven encontró refugio y hoy se encuentra impreso y al alcance de quien pueda necesitarlo. Michelle se encuentra muy activa en redes sociales, su perfil de TikTok cuenta con 2 millones de seguidores, quienes disfrutan de esa inspiración que le caracteriza.
La entrevista que tuve con Michelle fue para mí un tsunami de emociones, quedé impactada al enterarme de lo que había vivido meses atrás, me sentí emocionada al mirarla realizada, plena y feliz, y muy contenta al descubrir que suceden grandes cosas cuando te enfrentas con valentía a las dificultades, al grado tal que ella, es hoy un abrazo al alma de sus lectores y seguidores. Es urgente apoyar a las personas que se encuentran atravesando este tipo de situaciones, es fundamental la comunicación, el diálogo, la empatía y, sobre todo, el apoyo de un profesional.