|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Una vez leí que somos el promedio de las cinco personas con las que pasamos más tiempo. Aunque parece una frase muy simple, en lo personal me impactó, entonces comencé a analizar quiénes eran aquellos con los que convivía con frecuencia, y me sorprendí al descubrir que era verdad, muchas de las manías, virtudes, hábitos, ideas y pensamientos de esa gente estaban golpeando fuerte mi vida.

Pasaron los días y la sencilla frase se aferró a mis pensamientos y memoria, estoy casi segura de que atrapó incluso mis emociones y no dudo que las haya secuestrado por algún tiempo, tal vez hasta hoy.
Me di cuenta de lo importante que es elegir en quién se invierte el tiempo, logré comprender que en ocasiones compartimos parte de nuestra preciada vida, atención, cariño y amistad con quien en realidad no lo merece.

Descubrí que muchos de los dolores de cabeza, pendientes, y alguna que otra angustia, no eran más que la mágica herencia de alguien con quien estaba pasando parte de mis días. Eso me preocupó, pasé algunas noches pensando cómo manejar esta situación.

Siempre es bueno conocer un punto de vista diferente al propio, pero no quería acercarme a mis más allegados, ¡claro que no!, ellos eran, hasta ese momento, parte de las cinco personas con las que pasaba más tiempo, y eso podría resultar algo incómodo.

Entonces, una vez más, encontré a un fiel consejero en el librero… me preparé un café bien cargado, para echarme los capítulos completos de jalón, y allí hallé la respuesta, clarita, nítida, directa, me golpeó tan fuerte la mente que mi cerebro se colocó por varios días en el trono, intentando regañar al corazón.

No es para menos, elegí a una gran terapeuta, la reconocida y distinguida doctora Marián Rojas Estapé. Ya me la había encontrado antes, cómo no, estuve prendida a las páginas de su libro “Cómo hacer que te pasen cosas buenas”, eso fue hace un buen tiempo, desde entonces la admiré. Pero, en esta ocasión, fue su ejemplar “Encuentra tu persona vitamina”, el que me hizo guiño desde un rincón del estante y de manera sugerente me llevó a tomarlo y no soltarlo hasta acabar con él.

Como era de esperarse, la doctora Rojas tuvo razón, me quedó claro que el cortisol y la oxitocina son importantes en sus estudios, al primero me lo presentó en su anterior libro y a la segunda me la puso de frente en éste. Pero lo que más me sorprendió fue la manera en la que explica, con bases científicas (eso es parte de su esencia, y a mí me encanta), la manera en que influye en tu vida la gente de la que te rodeas.

En resumen, la frase que atrapó mis pensamientos y secuestró mis emociones es real, debemos cuidar de quiénes nos rodeamos, elegir personas positivas, analizar con quién interactuamos y optar siempre por aquellos que nos hagan bien, que nos amen y que sumen, en lugar de restar a nuestra vida.

Lo más leído

skeleton





skeleton