“La sustancia”. Una oda a la cultura antienvejecimiento

Ale Cabrera: “La sustancia”. Una oda a la cultura antienvejecimiento.

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“¿Alguna vez has imaginado una mejor versión de ti; más joven, más bella, más perfecta?”, esta es la premisa de la película de Demi Moore que expone de una manera grotesca e incómoda la Violencia estética y la cultura antienvejecimiento al que somos sometidas las mujeres.

“La Sustancia” es, sin duda, una de las mejores películas sobre este tema; a pesar de ser innecesariamente larga y extremadamente grotesca. De esas películas que sientes que quieres dejar de ver, ya sea porque piensas que ya debió haber terminado o porque cada una de las escenas de horror corporal que maneja hace que los espectadores se tapen los ojos y no quieran ver más.

El personaje principal; una mujer de 50 años que a los ojos de un productor estrambótico y chocante ya no sirve más para la industria del entretenimiento y es desechada como basura de una carrera que por años construyó, que inició en su juventud y que alcanzó la fama como una estrella. De forma que es reemplazada por una versión mejorada de sí misma, producto de “La sustancia” que hace que se transforme en lo que la industria, la sociedad y los hombres aceptan como bello.

Haciendo un análisis profundo del tema central: No importa que tan talentosa seas, que tan guapa y bien te veas o cuánto estilo y personalidad tengas, si eres vieja ya no sirves. Es fuertísimo ¿cierto? La película deja ver claramente cómo la industria del entretenimiento; manejada en su mayoría por hombres, elige y decide que está bien y que está mal en el cuerpo de una mujer, hasta cuando ésta será vigente y útil y como después de obtener lo necesario de ella puede ser desechada, sin más para ser reemplazada por “no importa” quien siempre y cuando sea más joven.

Por otra parte, vemos cómo no se nos permite envejecer con dignidad, con tranquilidad, con elegancia. Se nos exige como mujeres estar siempre a la disposición visual y ¿porque no?, física y al consumo de la sociedad. Sin arrugas, con un cuerpazo que “tenga todo en su lugar”, el cabello, las uñas, la ropa, el maquillaje, siempre estéticamente perfectas.

Este tema hace que muchas veces las mujeres nos sintamos presionadas para seguir vigentes y recurramos a diferentes “sustancias” y procedimientos que nos permitan seguir siendo bellas. La búsqueda incansable de esa mejor versión de ti para entregar al mundo, la carrera por la perfección que agota, drena y consume nuestras vidas, literal. El deseo por ser jóvenes eternamente a cualquier costo.

La violencia estética es una realidad y es una de las tantas violencias que viven las mujeres día a día, y verlo en una película tan chusca y de modo tan grotesco y explícito me parece una forma nada sutil y muy acertada de presentar el tema. “La sustancia” es un exitoso reflejo burdo de lo que la sociedad espera de la mujer y su juventud eterna.

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