La voz de la naturaleza

Aurora Álvarez de Vega: La voz de la naturaleza.

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La naturaleza nos habla y es tiempo de comenzar a escuchar antes de que decida gritar para obligarnos a hacerlo. Las ciudades siguen creciendo de manera constante y lo hacen sin ninguna planeación ecológica. Se destinan áreas verdes en todos los fraccionamientos, pero nadie verifica que éstas realmente se realicen o se mantengan, de tal forma que se queda como lotes baldíos que generan mas problemas que soluciones.

Nos estamos acercando a vivir en ciudades de concreto que no permitirán capturar el agua de lluvia, que generarán mas calor y que no producirán oxigeno en ningún lugar. Los lotes mínimos son cada vez mas pequeños y la gente que los compra no se encarga de mantener jardines, prefieren hacer patios que no necesitan mantenimiento y son fáciles de limpiar.

Cada persona compra su terreno y lo limpia para poder hacer el proyecto de su casa tal y como lo quiere. No le importa tirar árboles ya existentes ni terminar con ecosistemas que tardaron muchos años en construirse y que son indispensables para la naturaleza.

Sembramos los árboles que nos parecen bonitos y no nos importa si esta siembra es inteligente o no. Es importante que los árboles que sembremos sean endémicos, es decir de el lugar, esto permitirá que se asegure su crecimiento, ya que no necesitaran tanto riego y estarán preparados para sobrevivir a las plagas que los atacaran. Pero en vez de hacer eso, traemos árboles de otras regiones que necesitan riego constante y fumigación que va contaminando nuestros mantos acuíferos y nuestro medio ambiente o que traen plagas que acaban con nuestras plantas que no están preparadas para luchar contra ellas.

Tenemos que empezar a actuar con inteligencia, la naturaleza ya no nos puede seguir esperando, si no comenzamos hoy cada vez habrá más calor en nuestras ciudades, menos lluvia en el campo y en contraste, inundaciones en otros lugares. Muchas personas están comenzando a realizar esfuerzos en este sentido, pero son esfuerzos aislados sin organización que al final no representan el gran cambio que nuestro mundo hoy requiere. Debemos acercarnos a organizaciones que están preparadas, que pueden orientarnos en como hacer mejor las cosas, organizaciones como Pronatura, Kanan Kab y muchas otras que se han creado con la finalidad de reforestar, de reciclar, de crear reservas, cuidar los mantos acuíferos, que hacen una labor maravillosa, pero que necesitan más manos para lograr sus metas.

No te quedes mirando lo que sucede en el mundo, ya no seas espectador, se actor, sé protagonista de este nuevo cambio que hoy se está gestando, ponte en contacto con las organizaciones que trabajan en lo que a ti te gusta o te preocupa y ayúdalas a cumplir sus objetivos, infórmate, hay mucha gente involucrada en el cambio, pero siempre haces falta tú.

Dicen que una vez murió un hombre y llegó al cielo a reclamarle a Dios cómo podía permitir tanta injusticia, tanto odio, tan poco cuidado del mundo que creó. El hombre miró a Dios frente a frente y le dijo: “¿por qué no hiciste nada, por qué permitiste que todo esto sucediera?”. Dios lo miro y le contestó: “Te creé a ti para hacer la diferencia … y tú sólo te quedaste mirando”.

Hagamos lo que está en nuestras manos.

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