Los Monasterios de Roca en Bulgaria (y II)
Carlos Evia Cervantes: Los Monasterios de Roca en Bulgaria (y II).
Antoniy Handjiyski señaló que en siete distritos de Bulgaria están ubicados los llamados Monasterios de Roca. Son numerosas cavidades, muchas de ellas naturales, pero otras fueron modificadas por los habitantes de la región. Inicialmente fueron ocupadas por los cristianos primitivos y luego tuvieron diversos usos.
En el valle del Río Rooussenski, más de 40 cavidades fueron usadas como iglesias, sin embargo, numerosas evidencias muestran que debió de existir por lo menos el doble de las que se ven actualmente, pero parte de ellas han sido destruidas por terremotos y otro tanto por los ataques de los invasores otomanos en el siglo XV. El proceso destructivo continuó porque en fechas posteriores, las cuevas fueron utilizadas para extraer piedras con fines de construcción y otras actividades humanas.
Aun siendo pequeñas y difícilmente perceptibles, estas iglesias atrajeron creyentes, no por sus servicios solemnes y festivos, sino por el rechazo a todo lo que era ajeno e impuesto sobre ellos por el imperio otomano. Gracias a la devoción de los pobladores y al respeto de las antiguas tradiciones, muchos de los templos aún se conservan.
También hay conjuntos de grutas bien preservados en el distrito de Tolbukhin. De allí, más de 80 cuevas artificiales en la comunidad de Yailata son particularmente interesantes por lo que muchos autores se sienten autorizados para llamarlas “Ciudad de cavernas”.
Algunos conjuntos de estas cavidades se examinaron a la par que se efectuaron estudios arquitectónicos, especialmente en los ubicados en la costa del Mar Negro. Muchos fragmentos de vasijas se descubrieron en ellos, los cuales datan de entre el final del primer milenio antes de Cristo hasta el Siglo XIV.
Al hacer excavaciones arqueológicas se encontraron vestigios de cereales y esto favorece a la hipótesis de que algunas de estas cuevas fueron usadas como almacenes para dicha gramínea y de allí se enviaban a los puertos cercanos de aquella época. Otras grutas parecían ser puntos de vigilancia muy convenientes, pues tenían ventanillas artificiales en las paredes con vista al mar y permitían una perspectiva completa del horizonte. En otras cavidades se hallaron inscripciones en búlgaro antiguo y probablemente sirvieron para llevar a cabo ciertos ritos. De hecho, en una de esas cuevas en Yailata, se efectuaron servicios religiosos hasta el año 1940.
En los Monasterios de Roca hay cientos de inscripciones que cuentan la historia de eventos muy antiguos acerca de los cuales casi no hay alguna otra fuente escrita. En muchos casos se mencionan los nombres de personas comunes, junto a los nombres de guerreros, clérigos, zares y patriarcas, mientras que en otras hay nombres que no han sido identificados. Todas estas inscripciones constituyen evidencias notables para el estudio del desarrollo histórico del lenguaje y literatura búlgaros. Sin duda, los Monasterios de Roca en Bulgaria son un tesoro de la humanidad