La asombrosa cueva Chauvet en Francia

Carlos Evia Cervantes: La asombrosa cueva Chauvet en Francia.

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En 1994 tres espeleólogos iniciaron una investigación en la cueva Chauvet cuyo resultado sería el hallazgo del arte rupestre más antiguo del mundo hasta ese entonces. Así lo publicó Jean Clottes, uno de los tres espeleólogos mencionados.

Chauvet se encuentra en un cañón del río Ardéche, en el sur de Francia. Según el autor, la antigüedad de estas imágenes y su complejidad estarían modificando las teorías vigentes sobre los inicios del arte rupestre. Se encontraron unas bóvedas con pinturas, grabados y dibujos realizados hace unos 35,000 años.

En el bestiario de Chauvet aparecen animales peligrosos como los mamuts, rinocerontes, bisontes, osos, y leones de las cavernas. Quizá esta era la fauna más temida por los pobladores. En cuanto a los caballos, la hipótesis es diferente. Los europeos de la Edad de Piedra no montaban a caballo, sino que utilizaban su carne como alimento. También se encontraron figuras de ciervos, un buey almizclero y un búho. Se hallaron en total 420 figuras de animales, mismos que compartieron el paisaje paleolítico con el Homo Sapiens.

Igualmente, se encontraron pictografías de seres humanos. Especialmente interesante es la enigmática figura, mitad hombre y mitad bisonte, a la que se le dio el nombre de “El Hechicero” y sugiere la idea de que un hombre está abrazando a una mujer. Esta imagen muestra lo que parecen unas piernas, unas caderas y un triángulo púbico. Asimismo, se encontraron las impresiones de manos.

Los investigadores afirmaron que los humanos nunca habitaron Chauvet, sino que el sitio era para practicar rituales. Según los estudios realizados, pasado un tiempo, una parte de la entrada se desplomó y selló la cueva, conservando así las magníficas pinturas que alberga. Quizá antes de los humanos, Chauvet sirvió de guarida de osos de las cavernas porque dejaron evidencias y al menos 147 murieron aquí, pues este es el número de cráneos que se han encontrado.

Durante decenios los expertos postularon que el arte rupestre había progresado lentamente, superando diferentes fases que iban desde meros esbozos rudimentarios hasta representaciones naturalistas plenas de dinamismo. El sutil sombreado y el ingenioso uso de la perspectiva, situaban el arte de Chauvet en la cúspide de dicha progresión. Pero con el fechamiento del carbono 14, los prehistoriadores quedaron estupefactos, pues las pinturas de esta cueva tenían el doble de antigüedad que las pictografías halladas en otras cavernas. Entonces las pinturas de Chauvet no representaban la culminación del arte, sino sus inicios más tempranos conocidos.

Jean Marie Chauvet, descubridor de la cueva, y sus colegas Eliette Brunel y Christian Hilliare, evitaron alterar las superficies de la gruta para su posterior estudio. En Ardéche se construyó una copia de Chauvet que permite a los visitantes ver el asombroso arte rupestre en su contexto sin alterar el clima de la gruta ni dañar sus pinturas.

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