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Criticada por sus protocolos lentos y cupulares, la ONU ha perdido efectividad para garantizar la paz y ahora apunta a los sistemas, con declaraciones que pudieran sonar vagas o al menos poco concretas.

El Secretario General de la ONU, Antonio Gutérres, señaló que la educación se está convirtiendo rápidamente en la gran divisora social, por lo que urgió a la comunidad internacional a transformar los sistemas educativos: “Sabemos que la educación transforma vidas, economías y sociedades, pero también sabemos que debemos transformar la educación (...) porque está en una profunda crisis”, aseguró en una sala llena de asistentes al preludio de la Asamblea General.

“Es hora de transformar los sistemas educativos, que potencien el desarrollo individual y ayude a las personas a aprender con el foco en la solución de problemas y la colaboración, y contribuya a discernir, en tiempos de desinformación rampante, las teorías conspiracionistas sobre el cambio climático y los ataques a los derechos humanos”. Haciéndose eco de un informe de la Comisión Internacional sobre el futuro de la educación que critica que los sistemas actuales favorecen la competencia por los títulos, aseguró que los currículos están anticuados y no tienen en cuenta el aprendizaje continuado, los profesores están mal formados, desvalorizados y mal pagados, y la tecnología deja de lado a los estudiantes más pobres. La educación, recordó, debe proporcionar las bases para el aprendizaje, desde la lectura, la escritura, desde las matemáticas a la ciencia, la tecnología digital y las habilidades sociales y emocionales, así como desarrollar la capacidad de los estudiantes a adaptarse a un mundo laboral en rápida transformación y hacer hincapié en la necesidad de trabajar juntos y responsabilizarnos con los demás y con el planeta. Para ello se necesita financiamiento. “Es la inversión más importante que un país puede hacer en su población y su futuro”, dijo.

En este sentido, recordó el fondo que pretende movilizar 10 mil millones de dólares para ayudar a 700 millones de menores de países en desarrollo para acceder a una educación de calidad. En torno al 70 por ciento de niños de 10 años en los países pobres que no son capaces de leer un texto básico. Pero incluso en los países desarrollados, los sistemas educativos están ampliando las desigualdades, en vez de reducirlas, advirtió tras arremeter contra el sistema talibán en Afganistán que ha expulsado a las niñas de las escuelas y universidades.

“El desarrollo no puede esperar. La educación de nuestros niños no puede esperar. Los trabajos dignos no pueden esperar. La total igualdad de mujeres y niñas no puede esperar”, abundó. “En todos estos ámbitos, los jóvenes y generaciones futuras están demandando acción. No podemos defraudarlos. Este es un momento definitivo”. Las palabras de Gutérres pueden sonar huecas frente a la invasión de Rusia en Ucrania y las débiles voces y acciones que se han concretado ante lo que muchos temen sea una tercera guerra mundial que la ONU no ha sido capaz de frenar. Y ahora vira a ver a la educación, pero con un esquema cupular que no ha funcionado.

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