Según la Organización Mundial de Turismo, más de 40 estudios de casos dentro del G20 –las economías más fuertes del planeta- hallaron como pilares clave reimpulsar la industria, el capital humano, la innovación, la digitalización y la economía creativa; la acción climática, la conservación de la biodiversidad, la política y la inversión, enfocados a las comunidades.

En su intervención en la reunión de ministros del G20, el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, dijo: “Nuestro sector ha alcanzado ya casi el 60% de los niveles anteriores a la pandemia. Sin embargo, nos estamos quedando atrás en nuestros esfuerzos por lograr los objetivos de acción climática del Acuerdo de París. También estamos atrasados en el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El turismo puede ayudarnos a retomar el camino. Pero tenemos que acelerar y aumentar las acciones positivas. Los pequeños negocios y las comunidades, la columna vertebral de nuestro sector, necesitan un fuerte apoyo para ser agentes de una transformación centrada en las personas”, añadió.

El ministro de Economía Creativa de Indonesia, Sandiaga Uno, afirmó: “No queremos que el turismo se limite a recuperarse, necesitamos que atienda mejor a las necesidades de nuestras comunidades, creando buenos empleos, empoderando a los marginados y salvaguardando nuestro planeta, que es lo que pretenden las directrices”.

Las directrices se centran en desarrollar políticas específicas basadas en el diálogo social y en la colaboración entre múltiples agentes para promover la educación y la formación profesional, el desarrollo de competencias y el aprendizaje permanente de los trabajadores del sector mediante la participación de socios industriales y tecnológicos; estimular el emprendimiento, a través de la incubación de empresas, y promover la creación de empleos decentes; reforzar los vínculos entre el sector y las comunidades locales fomentando la asociación con los proveedores locales; reducir la brecha en materia de innovación y promover una innovación responsable.

Además, desarrollar orientaciones para los micro negocios que les permitan aprovechar la digitalización, mejorar sus productos e impulsar su productividad; garantizar la igualdad y la no discriminación, prestando especial atención a los jóvenes en situación de vulnerabilidad, promoviendo la aplicación de los principios de género, de oportunidades para todos los jóvenes, incluida la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor, de participación y de trato; aplicar, dentro de las respectiva políticas nacionales, prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente; y mejorar los datos sobre el turismo, mediante el recurso a los big data, la aplicación de normas estadísticas internacionales y el desarrollo de una metodología adecuada para la medición de la sostenibilidad que promueva políticas con base empírica, así como facilitar el intercambio de datos, incluso a través de asociaciones público-privadas.

Para las comunidades, los retos más relevantes son los cambios en las tendencias de los consumidores, las fugas (los ingresos generados por el turismo en la comunidad que no se quedan en ella), las carencias en materia de educación y competencias, la falta de infraestructura y gobierno adecuado, y la excesiva dependencia del turismo.