Desde donde alguna vez hubo energía de guerra, el Golfo Pérsico, el papa Francisco trató de cambiar de rumbo en su visita a Bahrein para dar a jóvenes un consejo paternal: no solo busquen en Google respuestas a sus decisiones cruciales, les dijo. En su lugar, busquen un padre, maestro o abuelo que pueda ofrecerles orientación.

Cuando convulsiona Twitter por su nuevo dueño y muchas tecnológicas han sufrido estragos económicos, el nuevo mundo virtual tiene sus retos, como aprender a navegar en un mundo de aplicaciones sin ser manipulado. Después de centrarse en las relaciones entre católicos y musulmanes los primeros dos días de su visita de cuatro días al pequeño reino, Francisco pudo apreciar la diversidad multiétnica de la comunidad católica de la región del Golfo. Se compone principalmente de trabajadores migrantes del sur de Asia que a menudo dejan atrás a sus familias para trabajar en la construcción, extracción de petróleo, industrias domésticas y de servicios.

En tiempos de guerra, Francisco es el primer papa de la historia que visita el reino insular, ubicado ante la costa saudí. El principal objetivo de su viaje era participar en una conferencia interreligiosa patrocinada por el gobierno para promover el diálogo entre católicos y musulmanes. Pero en las dos últimas jornadas de su estancia se centró en la atención a la comunidad católica, una minoría en la nación de alrededor de 1.5 millones de habitantes.

En su homilía, Francisco les instó a hacer el bien y a presentar la otra mejilla “incluso cuando recibimos el mal”.

“Habrá fricciones, momentos de tensión, conflictos, puntos de vista distintos, pero quien sigue al Príncipe de la Paz debe buscar siempre la paz. Y no se puede restablecer la paz si a una palabra ofensiva se responde con otra palabra todavía peor”, dijo.

“No, es necesario desactivar, quebrar la cadena del mal, romper la espiral de violencia, dejar de albergar rencores, dejar de quejarse y compadecerse de sí mismo”, añadió el Pontífice.

“Antes de buscar consejo en Internet, siempre busquen buenos consejeros en la vida, personas sabias y confiables que puedan guiarlos y ayudarlos”, resaltó una nota de AP, enumerando a padres, abuelos o un guía espiritual.

El apadrinamiento suele ser clave en el proceso de formación personal, sobre todo, en entornos retadores como los que vive la Península de Yucatán que trata de blindarse de la pandemia de las drogas, las armas, la violencia y, sobre todo del control político por encima del servicio público, en medio de diferentes, pero dominantes tendencias de poder.

Quien ha tenido la experiencia puede dar más luz, la comunicación confiable con los ancestros es garantía de resistir el engaño que puede haber en las redes sociales, sin menoscabo del uso inteligente de los inmensos recursos que hay en el mundo virtual. Particularmente vale la pena rescatar y adaptar las tradiciones mayas, no como producto turístico solamente, sino como guía de sabiduría que puede ser un buen aterrizaje del consejo papal en nuestros rumbos, que nos recuerda que hay mucho más allá de los buscadores, de las aplicaciones y de las transacciones económicas en la web.