Primero los pobres, dicen
Cesia Rodríguez Medina: Primero los pobres, dicen.
…al quedar libre, oyó cómo por todas partes
ladraban los perros.
— ¿Y tú no los oías, Ignacio? —dijo
—. No me ayudaste ni siquiera con esta esperanza.
Juan Rulfo, “No oyes ladrar los perros”.
En días recientes el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo social (Coneval) publicó, a través de la información obtenida por el Inegi, el documento de análisis sobre la medición multidimensional de la pobreza 2022. En esta ocasión se aplicó la actualización de los lineamientos y criterios generales para la definición, identificación y medición de la pobreza en México publicados en el Diario Oficial en octubre del 2018, la novedad es la integración de otros indicadores que permitan obtener una medición más específica sobre la pobreza, abarcando otros elementos que antes no eran considerados, es decir, en su término multidimensional, esto permite evaluar las políticas públicas de la actual administración, así como priorizar la atención a problemas latentes.
De manera general la descripción de los resultados muestra una tendencia a la recuperación en varios indicadores, cabe mencionar que la etapa de análisis es de 2018 al 2022, periodo que abarcó la pandemia por Covid-19, donde, sin duda, podemos identificar que este fenómeno agravó las condiciones de precariedad de una parte significativa de la población, sobre todo de aquella en situación de pobreza y pobreza extrema; pero este análisis permite precisamente observar de manera holística, cómo estábamos, los efectos de la pandemia y hacía donde se dirige el bienestar social, de igual forma ayuda a enterarnos de la situación real y objetiva, también a examinar el discurso oficial, especialmente cuando éste dice que vamos bien, en este sentido, me limito a los resultados.
Se dice que entre los resultados positivos está la reducción de la pobreza, lo que si bien es cierto, ya que de 59.1 millones de personas en esta situación disminuyó a 46.8 millones, que representan el 36.3%, en otras palabras, se redujeron en cierta medida una o más carencias en este grupo. Sin embargo, podemos identificar que aún prevalecen otras condiciones como el insuficiente ingreso mensual para sostener sus necesidades básicas, bienes y servicios. Por otro lado, la población en situación de pobreza extrema en términos absolutos aumentó de 8.7 a 9.1 millones de personas entre 2018 y 2022, las cuales se encuentran por debajo de la línea de pobreza extrema por ingresos (valor de la canasta alimentaria). A su vez existen otros elementos en el marco analítico de la pobreza que proporcionan otro panorama como el bienestar económico y los derechos sociales, donde se identifica que está muy lejos de haber mejorías sobre este problema, ya que existe un aumento en el rezago educativo y en el acceso a servicios de salud, y los porcentajes que se reducen son únicamente en los servicios básicos de vivienda y carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad.
A todo esto, no niego que atravesamos grandes desafíos macroeconómicos y que al menos el daño no ha sido tan crítico como en otros países, dado el avance menor creo que existe la posibilidad de recuperar los índices de bienestar social, pero es necesario decir que dentro del sistema económico existente será muy difícil esperar otro panorama, al menos no a corto plazo.